El presidente de Ucrania toma el control de las tropas de Interior subordinadas al Gobierno
Yúshenko y el primer ministro Yanukóvich intentan acordar la convocatoria de elecciones
La endémica crisis política de Ucrania se recrudeció ayer y puso al país en grave situación. Exhortados por la comunidad internacional, el presidente Víctor Yúshenko y el primer ministro Víctor Yanukóvich se reunieron anoche durante tres horas para intentar ponerse de acuerdo sobre la celebración de elecciones anticipadas y evitar que la autoridad de las instituciones del Estado siguiera deteriorándose. La jornada estuvo marcada por la iniciativa del presidente de promulgar un arriesgado decreto subordinando las tropas del ministro del Interior, Vasili Tsushkó, directamente a su persona.
Tanto la Rada Suprema (el Parlamento) como el ministerio del Interior rechazaron el decreto con el que Yúshenko reaccionó a la actuación de las tropas especiales de Interior, que la víspera habían protegido al fiscal Sviatoslav Piskun y habían impedido que se cumpliera la decisión presidencial de destituir a este funcionario.
En la reunión de anoche participaron también Olexandr Moroz, el jefe de la Rada, y Yulia Timoshenko, la jefa de la oposición parlamentaria, así como el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa (CNSD), Iván Pliushch. La reunión fue calificada de "constructiva" por la portavoz de Yúshenko, quien anunció que las conversaciones continuarán hoy a mediodía.
La reunión nocturna había sido precedida por una serie de acontecimientos inquietantes. El Parlamento y el Gobierno no aceptaron el decreto de subordinación de las tropas del ministerio del Interior ni el cese del Fiscal y se produjeron situaciones contradictorias. Un tribunal de Kiev anuló la decisión de Yúshenko de destituir al fiscal Piskun y el aparato presidencial intentaba incoar un proceso contra el ministro del Interior por haber protegido a ese mismo fiscal.
Moroz acusó ayer al presidente de estar gestando un golpe de Estado, mientras Yanukóvich interpretó el decreto de subordinación de tropas como un indicio de que Yúshenko se preparaba para usar la fuerza.
En Ucrania, el ministro de Defensa y el jefe de los servicios de Seguridad son nombrados por el presidente y confirmados por la Rada, mientras que el ministerio del Interior depende del Gobierno. En otro decreto, publicado ayer, Yúshenko incorporó a los jefes de las administraciones provinciales al Consejo Nacional de Seguridad y Defensa (CNSD), en una maniobra que se interpretaba como el intento de crear un Gobierno paralelo.
Por la noche, el ministro de Defensa, Anatoli Gritsenko, aseguró que "no habrá guerra civil" y que las fuerzas armadas actuarán guiándose sólo por la ley. El ministro pidió no asustar a la población y dijo que el presidente no tenía planes para declarar un estado de emergencia.
"Es el peor momento desde la independencia de Ucrania. El presidente y el primer ministro son incapaces de ponerse de acuerdo", señalaban desde Kiev fuentes diplomáticas occidentales, que creían advertir "mayor disposición al compromiso por parte de Yanukóvich que de Yúshenko". El primer ministro se reunió ayer con los embajadores en Kiev y por segundo día consecutivo comparó a Yúshenko con el dictador español Francisco Franco.
En la reunión con el primer ministro, el responsable de la sede diplomática alemana en Kiev, en tanto que representante de la presidencia de turno de la UE, exhortó a las dos partes a "no utilizar las fuerzas armadas y de seguridad" y advirtió que tal cosa "tendría consecuencias" para las relaciones con la Unión Europea. Por la noche, el alto representante de la política exterior de la UE, Javier Solana, habló por teléfono con Yanukóvich al que dijo que la situación debe regularse exclusivamente por vía democrática y sin violencia.
Las tensiones que paralizan la vida política de Ucrania desde hace más de un año se agudizaron el 2 de abril, cuando Yúshenko, en reacción a la fuga de diputados de su partido (Nuestra Ucrania) a la coalición gubernamental, promulgó un decreto por el que disolvía la Rada y anunciaba elecciones anticipadas. El presidente tiene un limitado margen de maniobra desde los comicios legislativos de marzo de 2006, en los que salió vencedor el partido Regiones, de su rival Víctor Yanukóvich.
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