Hereu recuerda que CiU votó los presupuestos del PP que "ahogaban" a Barcelona

Las buenas palabras y la cara de no haber roto nunca un plato del candidato socialista a la alcaldía de Barcelona, Jordi Hereu, desaparecieron ayer: "Barcelona sabe muy bien quién es quién. CiU empezó socialdemócrata, pero luego ha utilizado el cóctel de la derecha, de inmigración e inseguridad. Fijaos, hoy Xavier Trias ha aparecido arropado por Mas, Duran y Pujol. ¡Caray, vaya cambio!", ironizó sobre el eslogan de CiU.

"Como CiU nunca ha creído en Barcelona, Barcelona tampoco cree en ellos", agregó. Una cuestión, la de creer y no creer, que se "notó en los presupuestos que CiU votó con el Gobierno del Partido Popular y que ahogaban a Barcelona. Todos nos acordamos", remachó.

Más duro fue Hereu con las críticas al Partido Popular, sobre todo con el ex presidente del Gobierno José María Aznar, al que llamó "loco de la carretera" y "crack de la política".

Ya más serio, el alcaldable pidió al PP y a Aznar que no "insultaran la inteligencia" al meter en el mismo saco a ETA, el terrorismo y Cataluña: "Porque yo era concejal de Les Corts cuando mataron a Ernest Lluch y a Miguel Ángel Gervilla [un guardia urbano], y eso no lo olvido".

No se acabaron ahí las críticas. Sus socios de gobierno, Esquerra e Iniciativa per Catalunya, también tuvieron su parte: "Hasta se han peleado en la campaña. Hace unos años nos preocuparon, hasta sufrimos por ellos. Pero ahora ya han crecido y no hace falta preocuparse por ellos. Así que recordad, los proyectos de izquierda siempre los ha dirigido el PSC".

Ese proyecto de izquierdas para la ciudad lo resumió en la necesidad del modelo Barcelona, "que hicieron entre Narcís Serra, Pasqual Maragall y Joan Clos". Hereu explicó que el nuevo modelo debe abrir otra etapa: hacia la cohesión social y la creatividad. Hereu tenía claro que su mensaje debía ser el del voto: "Id convenciendo a la gente para que nos voten, a mí no me valen ni las encuestas ni nada. Yo quiero votos".

Sólo una referencia a Zapatero en el discurso, sin más. Nada de capítulos de agradecimientos. Fue Zapatero el que sí le echó alguna flor: "Tiene una cara que si le miras, le votas".

Entre los asistentes al mitin central se encontraban todos los consejeros socialistas a excepción de Joaquim Nadal. Judith Mascó, Javier Gurruchaga, Moncho y Justo Molinero figuraban en las primeras filas.