Consuelo para Diego y Rocío

Hubo una época en la que las familias tenían más facilidad para cuidar de sus mayores. Pero las cosas han cambiado. "Yo cuidé de mi madre en casa hasta que cumplió los 95. Pero ahora no se puede. No señor. Mis hijos trabajan los dos y mis nueras también. Y, claro, aunque vienen a vernos mucho, no se pueden encargar de cuidarnos", explica como un torrente Rocío Ruiz (Lucena del Puerto, Huelva, 1925). Ella y su marido, Diego Zamora (Huelva, 1929), son beneficiarios del sistema de asistencia a domicilio del Ayuntamiento de Huelva. Un servicio que, según datos del Consistorio, gobernado por el PP, disfrutan unas 1.200 personas, fundamentalmente mayores. Las personas con discapacidad física o psíquica representan el 6,3% de los beneficiados y el resto están en peligro de exclusión social.

La primera vez que Rocío recibió la ayuda del servicio municipal, que está subcontratado a una empresa privada, fue hace cuatro años, cuando cayó en una depresión. "La muchacha que mandaron es un encanto. Venía y me ayudaba con la compra, las camas y todo lo que yo le pedía", recuerda. No podía tener un nombre más a propósito. "Se llama Consuelo, ¿verdad que es apropiado?", dice Diego.

Pero la asistencia de Consuelo se tuvo que intensificar. Hace unos meses, Diego sufrió un mareo y una caída y fuer hospitalizado. "Allí los médicos le descubrieron un coágulo en el cerebro", cuenta Rocío. El accidente vascular provocó que su pareja perdiese la capacidad de andar durante unos meses. "Pero ahora estoy bastante mejor", afirma Diego, sentado en el salón de su casa e impaciente porque termine la entrevista. "Es que quiero ir a dar un paseo, que salgo todas las tardes unos 20 minutos. Y por las mañanas también, un rato". La recuperación de Diego se debe en gran parte a los cuidados de la trabajadora que les atiende. Acude desde la enfermedad del marido dos horas todos los días. "De lunes a viernes viene a las 10.00 y nos ayuda en todo, y baña a mi marido, porque yo sola no puedo", dice Rocío. "Que venga alguien privado a cuidarnos es muy caro, y también ir a una residencia. La ayuda del Ayuntamiento sólo nos cuesta 43 euros al mes. Eso es muy poco para todo el servicio que nos da", señala la mujer. Los pagos de las familias y su acceso a la ayuda a domicilio municipal dependen de su nivel de renta. La ayuda del Ayuntamiento a las personas mayores se completa con un servicio de teleasistencia por teléfono.