El 'caso Malaya' irrumpe en la campaña

La campaña electoral de Marbella alcanzó ayer uno de sus puntos más álgidos con la entrada del caso Malaya en la apretada agenda de los dos principales aspirantes a la alcaldía. Por un lado, los populares proyectaban un video con el candidato socialista Paulino Plata marchándose de la ciudad en un tren en el que viajan imputados de la trama de corrupción como la ex alcaldesa Marisol Yagüe, Julián Muñoz o Isabel García Marcos; y por otro, los socialistas exigían a la aspirante popular Ángeles Muñoz que aclare sus intereses inmobiliarios en la empresa Aloha Park, sobre la que el juez Miguel Ángel Torres pidió un informe policial el año pasado. En los juzgados declaraban dos de los verdaderos imputados, pero la guerra estaba servida.

El PSOE critica a los populares por el vídeo que "atenta contra el honor" de Plata

El PP acusa a los socialistas de "no reparar en medios para calumniar e injuriar"

A lo largo del día, el PP acusó a los socialistas de "no reparar en medios para calumniar e injuriar" a los populares, y el PSOE les culpó de "atentar contra el honor" de su candidato con la difusión en las televisiones locales del vídeo, ya denunciado, y sobre el que esperaban veredicto de la Junta Electoral Provincial.

Los populares anunciaron que habían denunciado ante la comisaría "el envío de mensajes electrónicos y telefónicos, la distribución de panfletos, la falsificación y el reparto de un recibo bancario" que vincula a la número tres su lista, la abogada María Francisca Caracuel con un pago de la concejalía de Urbanismo realizado en 2004.

En contra de lo programado, Ángeles Muñoz no acudió a la conferencia de prensa que tenía programada ayer en el núcleo de San Pedro Alcántara, y en la que se volvió a proyectar el vídeo de Paulino Plata. "A nosotros nos parece ingenioso, porque sólo le ponemos un medio de transporte para que se marche", dijeron en el PP.

Las agendas de Paulino Plata y Ángeles Muñoz han sido especialmente frenéticas en los últimos 15 días. La alcaldía de Marbella, población dominada por el GIL en los últimos 15 años y escenario de la mayor trama de corrupción destapada en España, se ha convertido en uno de los objetivos principales del PP y PSOE. La lucha por el bastón de mando ha hecho que ambos saquen sus armas más afiladas los últimos días de campaña y que anuncien cierres estelares como la presencia del líder regional del PP, Javier Arenas, esta noche o la intervención en el mitin socialista del presidente de la Comisión Gestora, Diego Martín Reyes. Tanto Marbella como el núcleo de San Pedro Alcántara tienen programados para la tarde noche una serie de actos festivos con los que los partidos esperan inclinar definitivamente la balanza.

La ciudad a la que el fallecido Jesús Gil acostumbró a soportar un mitin diario en época electoral no tolera ahora demasiadas charlas. Las campañas de Muñoz y Plata han estado centradas principalmente en el trato con los vecinos, las ruedas de prensa, y las pequeñas fiestas. En estas reuniones, los candidatos no suelen extenderse demasiado para no aburrir, por lo que intentan, más bien, que los asistentes se lleven una buena impresión de ellos.

Para conseguirlo, utilizan diferentes técnicas. Cuando Ángeles entra en un espacio cerrado su principal objetivo es saludar y besar a todo el mundo, señalan fuentes cercanas a la candidata popular. Si va caminando por la calle atiende sonriente. Suele dar unas palmaditas en el hombro o coge del brazo a la persona con la que está hablando.

Paulino Plata ha utilizado el reparto de rosas o claveles, símbolo del PSOE, para acercarse a los ciudadanos en diferentes partes de la ciudad como el paseo marítimo, los mercadillos o en pleno centro. La excusa de la flor le permite bromear, algo que hace mucho, e intercambiar un par de frases y ofrecerle un programa electoral.

Junto a ellos compiten por la alcaldía de Marbella IU, PA y una decena de candidatos de pequeños partidos recién creados. El punto de encuentro de ayer era el mercadillo de San Pedro. En menos de 200 metros, apenas se podían distinguir las sintonías de cada formación y cualquier ciudadano tenía la posibilidad de acercarse a la mayoría de los candidatos.