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Crítica:LIBROS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

¿Hacia una vida mejor?

"España ha disfrutado durante la última década de una tasa de crecimiento notablemente alta, una expansión económica que ha contribuido a reducir el elevado índice de paro. En España, sin embargo, aumenta el número de personas que, al igual que en la mayoría de los demás países ricos, se plantean una cuestión radical: ¿qué sentido tienen nuestros elevados ingresos? De continuar el ritmo actual de crecimiento, el PIB español se duplicará en los próximos 25 años. Pero ¿se resolverán los problemas sociales y medioambientales del país? ¿Serán los españoles más felices?".

Quien plantea estas preguntas es Clive Hamilton, director ejecutivo de The Australia Institute -el gabinete de estudios australiano más importante para asuntos de interés público-, profesor de la Universidad Nacional de Australia y de la Universidad Tecnológica de Sidney. Las ideas expuestas en el párrafo anterior pertenecen al prólogo a la edición española de su primera obra, El fetiche del crecimiento.

El fetiche del crecimiento

Clive Hamilton

Editorial Laetoli

ISBN 978-84934862-4-2

Aunque la primera edición de este libro se remonta al año 2001, sus reflexiones continúan teniendo plena vigencia. Y es que, en definitiva, nuestros políticos llevan años vendiéndonos la idea de que unos ingresos más altos son la vía hacia un futuro mejor, que el crecimiento económico significará una vida mejor para todos nosotros. Pero, tras muchos años de constante crecimiento y aumento de los ingresos personales, debemos enfrentarnos a la realidad: no somos más felices.

Clive Hamilton sostiene que, lejos de ser la respuesta a nuestros problemas, el fetichismo del crecimiento ocupa un lugar central entre los males de nuestra sociedad. Ha corrompido nuestras prioridades sociales y las estructuras políticas y creado un profundo sentimiento de alienación entre jóvenes y mayores.

En su propuesta de política de cambio para los países ricos, dominados por la enfermedad de la abundancia, Hamilton recuerda que en el análisis marxista clásico las divisiones de clase se basan principalmente en la concentración de la propiedad del capital, por la que una mayoría, despojada de la capacidad para mantenerse de forma independiente, sólo puede sobrevivir vendiendo su fuerza de trabajo a los propietarios del capital. "Las circunstancias económicas y políticas objetivas que dieron lugar a esa situación han cambiado de manera radical desde el siglo XIX, y especialmente en los últimos 50 años", afirma el autor, "pero nuestras estructuras sociales, valores y sistemas políticos siguen enraizados en ese viejo modelo".

Y es que el progreso técnico y organizativo ha hecho que seamos enormemente más ricos, prosigue Hamilton, por lo que la supervivencia mediante una larga jornada laboral ha dejado de ser la única opción. Muchas personas han incrementado su poder de negociación trabajando en empresas que les permiten un mayor control personal, aunque ello signifique una reducción en los ingresos.

Por consiguiente, hay que renovar el gobierno como expresión de los intereses colectivos para que su función sea la de promover el bienestar nacional proporcionando un marco en el que los individuos y grupos sociales puedan buscar medios auténticos para lograr su realización y reconocimiento.

Hamilton concluye que esa búsqueda del bienestar de la sociedad poscrecimiento -que exigirá a muchos abandonar la obsesión por el dinero y rechazar la aspiración a crearse una identidad por medio del consumo- permitirá la aparición de una individualidad auténtica (y no fabricada) y el florecimiento de las potencialidades humanas.

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