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Hablan los países emergentes

Uno de los argumentos que se utilizan para explicar por qué la Reserva Federal no reduce tipos de interés es el exceso de liquidez que hay en el mercado. La abundancia de dinero en circulación en el mundo, no sólo en EE UU, está permitiendo además que países emergentes puedan acceder a líneas de financiación privadas, que ponen en duda el papel de instituciones multilaterales como el Banco Mundial (BM).

Más allá de los titulares que el presidente de este organismo, Paul Wolfowitz, protagoniza desde hace tiempo por un supuesto caso de nepotismo, la crisis que vive el BM podría ser aprovechada por sus accionistas para redefinir su misión y adaptar su modelo a la nueva realidad global. La entidad concede asistencia técnica y préstamos a los países para reducir la pobreza y promover el desarrollo.

El problema es que la mayoría de los países emergentes ya cuentan con sus propias reservas y no necesitaría tanto de estos fondos, mientras se cuestionan los préstamos que se conceden a potencias de renta media como Brasil, China, Turquía y Rusia. Y algunos de estos países se están convirtiendo incluso en serios competidores del banco. Angola, por ejemplo, recibe inversiones chinas a cambio de energía y otros recursos que el gigante asiático necesita.

En este contexto llegó Wolfowitz a la presidencia del BM hace dos años y abanderó a la lucha contra la corrupción para justificar la asistencia. Esta nueva articulación de la política de ayuda se consideró, sin embargo, por los funcionarios como una tapadera de EE UU para elegir los países a los que se les daba el dinero y poder esparcir los principios conservadores en el ámbito de la familia. La conducta del ex halcón del Pentágono ha puesto al organismo ante una difícil encrucijada al implicarse en el aumento de sueldo de su novia. Finalmente, el conflicto se ha resuelto esta semana con un pacto con Wolfowitz, que acepta dejar el cargo el 30 de junio, a cambio de que el BM acepte una parte de la responsabilidad en el escándalo por la falta de normas éticas claras.

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