Un joven de 18 años mata a martillazos a la pareja de su madre

Ruslan L., un joven de 18 años, ingresó ayer en la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga) acusado de matar al novio de su madre dándole golpes en la cabeza con un martillo de obra. Según fuentes de la investigación, el chico confesó que le había quitado la vida porque golpeaba e insultaba con frecuencia tanto a él como a su madre. La mujer, de 50 años, ha reconocido a la Guardia Civil que la víctima la maltrataba. Fuentes cercanas al caso indicaron que no consta ninguna denuncia que haga referencia a este supuesto caso de violencia doméstica.

El cuerpo de la víctima, de 35 años y ucraniano, fue hallado hace ocho días en una vivienda de la población costera de Mijas, en la que ambos trabajaban haciendo una pequeña reforma. En el suelo, no muy lejos del cadáver encontraron el arma del supuesto agresor, también ucraniano.

Los tres miembros de la familia vivían en la capital malagueña, a unos 30 kilómetros, y el fallecido solía emplear al joven, que no tenía permiso de trabajo, para que le hiciera de peón en pequeños trabajos.

Según las estimaciones de la Guardia Civil, la muerte se produjo el miércoles 9 de mayo, tras una discusión que supuestamente terminó con el joven golpeando al compañero sentimental de la madre con el martillo. La vivienda estaba deshabitada, por lo que nadie descubrió el cuerpo hasta tres días después. Los estudios forenses han determinado que la víctima falleció de un impacto en la cabeza, aunque el cuerpo mostraba signos de haber recibido cerca de una decena de golpes.

El ensañamiento con la víctima llevó a los investigadores a pensar que el autor podría ser una persona de su entorno. En los días siguientes investigaron el círculo de amistades y tomaron declaración a Ruslan, que se contradijo en varias ocasiones. El pasado miércoles fue detenido en Málaga, en el domicilio familiar.

El sospechoso fue trasladado al cuartel de Mijas, donde terminó confesando la autoría de los hechos. Fuentes del instituto armado indicaron que los dos días en los que ha estado en los calabozos ha estado "muy callado" y ha dado muestras de ser una persona introvertida. El Servicio de Atención a la Mujer Maltratada de Málaga mantuvo que no tenía constancia de ningún caso en el que la víctima fuera una mujer de nacionalidad ucraniana.