El PSC arremete contra Trias por sus propuestas "incoherentes e improvisadas"
El líder de CiU insiste en construir 10.000 pisos sociales en el puerto
Los dos principales partidos que se disputan la alcaldía de Barcelona, el de los socialistas y CiU, se enzarzaron ayer en una guerra de réplicas y contrarréplicas a propósito de la idea lanzada por Xavier Trias (CiU) de construir un barrio de 10.000 viviendas en el puerto de la ciudad, en la que ayer insistió. Es "incoherente, improvisado, insolvente e imposible", arremetió Carles Martí, el número 2 de la lista del PSC y brazo derecho de Jordi Hereu.
La cascada de críticas a Trias la realizó Martí en un papel que viene desempeñando en los últimos meses del mandato y que se repite en la campaña. Hereu evita entrar en el cuerpo a cuerpo y es moderado en sus críticas a los adversarios porque de la contundencia se encarga Martí. Ayer, mientras el alcalde regresaba de Escocia, su número dos explicó la evaluación que hacen de la primera semana de campaña. Respecto a este último punto, Martí reiteró que la preocupación principal de los socialistas es la abstención y el alto número de indecisos, "que se calcula en torno al 40% entre los que todavía no saben si van a votar o no y los que dudan sobre qué opción escogerán al final".
Dicho esto, en lo que insistió más el segundo de Hereu fue en criticar a Trias por "vender" propuestas que "no están en su programa". "No lo entendemos y consideramos que es incoherente", dijo Martí, quien añadió, además, que la propuesta de Trias de construir 10.000 pisos en el Morrot es imposible. "Es que no caben", dijo, acompañando su afirmación con un cálculo de lo que se podría construir entre los muelles de Contradic, Costa y Ponent, donde Trias sitúa el nuevo barrio. Medidas aparte, resulta díficil imaginar que se puedan construir 10.000 pisos en esa extensión de terreno -y mar- puesto que esa misma cifra de viviendas es la que sí está ya proyectada en el nuevo barrio a la Marina de la Zona Franca, que tendrá 75 hectáreas.
Trias apuesta por concentrar en ese barrio pisos para jóvenes y para la tercera edad, todos ellos públicos. "Es precisamente lo que no queremos, concentrar toda la vivienda social en un solo punto. Queremos la mezcla, que los pisos públicos estén al lado de los de promoción privada, con comercio, actividad productiva y equipamientos. Estamos radicalmente en contra de hacer barrios monográficos de vivienda pública y otros de mercado libre. Tenemos muy cerca la experiencia de Francia de esas políticas de los años setenta y ya estamos viendo el resultado: son guetos". Martí añadió que le sorprendía, además, esa actitud en Trias. "Tal vez sea fruto de la desesperación o de un análisis de última hora", apuntó.
El propio Trias reconoció que su propuesta de construir pisos en el puerto es "atrevida e imaginativa". Lo dijo ayer en Gràcia, donde también acudieron los miembros de una de las plataformas contra la especulación de la vivienda que intentaron boicotearle el acto.
Trias afirmó que los socialistas demuestran "ignorancia" al oponerse a su idea e intentó rebatir las críticas que le han llovido desde todos los partidos por situar un barrio cerca del muelle de inflamables. El líder de CiU dijo que ese muelle está más cerca del futuro barrio de la Marina, pero esto no es así porque el barrio de la Marina está, prácticamente en su totalidad, desde el paseo de la Zona Francia hacia el Llobregat y no hacia el puerto.
En relación con la política de vivienda, el colectivo okupa presentó ayer su Carta abierta a Jordi Hereu, en la que dicen que se sienten el chivo expiatorio del Ayuntamiento de Barcelona.
En ella denuncian que desde el gobierno de la ciudad "se ha generado, mediante iniciativas como la ordenanza de civismo, un clima de alarma social y criminalización". Los okupas instaron al alcalde a tomar medidas contra los especuladores y no contra los que "hacen efectivo el derecho a la vivienda por la vía directa", informa Rosa Cal.
Trastocar la actividad
El nuevo barrio propuesto por el alcaldable nacionalista trastocaría, al menos, tres actividades portuarias clave y requeriría dos informes estatales previos de autorización, según fuentes del sector portuario. En el muelle de Costa se está construyendo una terminal para el tráfico de corta distancia. En el de Poniente, estas viviendas afectarían a la terminal de fruta y a todos los contenedores refrigerados. Y en el de Contradique se ubican hoy los graneles sólidos, a donde llega la producción de las minas de potasa de Súria y Sallent. Mueve unas 250.000 toneladas al año e implica a 900 trabajadores. Además, en el mismo radio se encuentran la terminal de contenedores y la de cruceros. La autorización administrativa del barrio obligaría a desafectar los terrenos y a un sinfín de trámites por parte del Ministerio de Fomento.
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