_
_
_
_
Reportaje:

China pone a Nigeria en órbita

Pekín lanza un satélite de comunicaciones para el país africano como parte de un contrato por valor de 230 millones de euros

Los crecientes intercambios chino-africanos dieron ayer un salto cualitativo con el lanzamiento por parte de Pekín de un satélite de comunicaciones nigeriano, que será utilizado para mejorar los servicios de telefonía móvil e Internet en África central. Se trata de la primera vez que un país extranjero compra un satélite chino y utiliza sus servicios para ponerlo en órbita, según la agencia oficial Xinhua.

El envío al espacio, que ha coincidido con la apertura de la reunión anual del consejo del Banco Africano de Desarrollo en Shanghai, esta semana, forma parte de un contrato por valor de 311 millones de dólares (230 millones de euros) firmado por los dos países en 2004.

Según Xinhua, el programa de satélites revolucionará las comunicaciones, el proceso de radio teledifusión y los servicios multimedia en el continente africano. "Creará más de 150.000 empleos en Nigeria, ahorrará a los usuarios de banda ancha más de 95 millones de dólares al año, proporcionará acceso a Internet en aldeas remotas, y reducirá más de 660 millones de dólares el coste de las llamadas telefónicas", afirma. La ceremonia de lanzamiento fue emitida en directo por la televisión nigeriana desde China.

El satélite, denominado Nigcomsat-1 (acrónimo de Nigerian Communication Satellite) es un equipo súper híbrido geoestacionario, diseñado para operar en África, zonas de Oriente Próximo y el sur de Europa. Ha sido desarrollado por la Corporación de Ciencia y Tecnología Aerospaciales de China. Su trayectoria será seguida desde una estación terrestre, que será construida por Corporación Industrial Gran Muralla en Abuja (capital de Nigeria), y desde otra situada en la ciudad de Kashgar, en la región autónoma china de Xinjiang.

Pekín asegura que el lanzamiento del satélite simboliza "el deseo chino de cooperar con los países en vías de desarrollo en el uso pacífico del espacio exterior, y de promover una relación más cercana entre China y África".

El Gobierno del presidente Hu Jintao ha hecho de los vínculos con el continente uno de los ejes de su política. Pekín ve en esta zona del mundo una fuente esencial de recursos energéticos y minerales con los que alimentar su pujante economía, ya que obtiene en ella el 30% del petróleo que importa.

Pero no sólo esto. Ve también un mercado en alza para sus productos, que van desde los tejidos multicolores que visten las mujeres africanas, a la electrónica de consumo y, en el futuro, aviones comerciales.

Pekín es consciente de la competitividad de sus artículos en los países en desarrollo, porque, aunque puedan ser de inferior calidad, suponen una alternativa más barata. Los lazos comerciales le permiten, al mismo tiempo, incrementar su influencia política, en un terreno tradicionalmente ocupado por Occidente.

China, que en 2003 se convirtió en el tercer país en colocar a un astronauta en órbita terrestre, tras la antigua URSS y EE UU, asegura que en 2005 firmó un contrato similar al de Nigeria con Venezuela.

En noviembre pasado, el Gobierno de Hu Jintao se comprometió a duplicar para 2009 la ayuda que concede a África, condonar la deuda a las naciones más pobres, y otorgar créditos por valor de 5.000 millones de dólares (3.000 millones, en préstamos preferenciales, y otros 2.000 millones, en créditos a la exportación).

La cada vez mayor presencia de China en lugares como Nigeria, Kenia o Sudán ha sido criticada por organizaciones y gobiernos occidentales, que consideran que está practicando un neocolonialismo económico, y que no tiene en cuenta la potencial corrupción y los conflictos en estos países.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_