El PNV propone a Zapatero y Rajoy un pacto antiterrorista ante la amenaza de ETA

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, ha presentado una propuesta de pacto antiterrorista, dirigida a todos los partidos, pero especialmente a José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. El objetivo de la iniciativa es sacar del debate partidista la política antiterrorista ante el riesgo de un nuevo atentado de ETA. La oferta de Imaz rechaza negociar "el futuro político de Euskadi con ETA" y sólo admite el diálogo con la banda terrorista tras el cese definitivo de la violencia, "circunstancia que no concurre hoy en día", según señala el presidente del PNV.

Josu Jon Imaz estaría dispuesto a ser el mediador entre el Partido Popular y el PSOE si ambos se lo proponen

El Gobierno ve con interés la iniciativa de los nacionalistas. El PP cree que el pacto debe partir de los dos grandes partidos

La iniciativa plantea el cese definitivo de la violencia para dialogar con ETA y rechaza la negociación política

Las bases mínimas del pacto también deberían incluir, según Imaz, un acuerdo entre partidos sobre la condena del terrorismo; el apoyo a los mecanismos policiales; la solidaridad y apoyo a las víctimas sin utilizaciones partidistas; la deslegitimación social del discurso del terrorismo, negándole motivaciones políticas, y la aplicación de los mecanismos del Estado de derecho sin políticas de excepción.

Imaz estaría dispuesto a mediar entre Zapatero y Rajoy para alcanzar ese acuerdo, aunque entiende las dificultades del momento, según fuentes de su entorno. Su iniciativa se produce ante el riesgo de un nuevo atentado de ETA. La banda no ha vuelto a atacar desde el pasado 30 de diciembre, cuando asesinó a dos ciudadanos ecuatorianos en Barajas.

El presidente del PNV se muestra muy preocupado ante el riesgo de una nueva espiral de violencia de ETA, que él considera muy alto; el debate polarizado y roto entre el Gobierno y el PP puede acarrear consecuencias políticas muy graves. A su juicio, lo peor es que esta división es un estímulo para la banda terrorista, que, pese a su debilidad, se encuentra con el potencial inesperado de que su vuelta a los atentados puede generar crisis y división social.

El Gobierno contempla con interés la propuesta de Imaz, pero la ve prácticamente imposible en este momento y hasta después de las elecciones del 27-M, por la actitud del PP, que "ha hecho de la política antiterrorista el eje de su estrategia de oposición".

De hecho, a principios de enero, tras el atentado terrorista del aeropuerto de Barajas, en el que ETA mató a dos trabajadores ecuatorianos, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, también intentó un pacto de mínimos contra el terrorismo. La iniciativa no cuajó porque el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, exigía el cumplimiento de condiciones previas, como la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK).

El PP señala, por su parte, que su relación con Imaz es "buena", pero defiende que un pacto antiterrorista lo deben promover los dos partidos nacionales, los que pueden gobernar en España, y, una vez cerrado, sumarse los demás.

Pese a estas dificultades, Imaz aporta una novedad y es su buena interlocución tanto con Zapatero y Rubalcaba como con Rajoy. Con los primeros mantiene una relación muy fluida y con el líder del PP se ha reunido varias veces. La última de ellas, en febrero, y a esa reunión, celebrada en Madrid, le acompañó el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran.

A unos y otros ha escuchado sus problemas y quejas. Y también les ha expuesto su posición y, sobre todo, su preocupación de que ETA encuentre en la división entre el Gobierno y el PP un estímulo para el regreso al terrorismo.

El problema que plantea el PNV, la necesidad de un acuerdo en política antiterrorista ante la nueva situación, será el tema estrella en la reunión a la que Zapatero ha convocado a Rajoy en La Moncloa una vez que se celebren las elecciones municipales del 27 de mayo.

Imaz, buen conocedor de ETA, no cree que su regreso dependa del rechazo de los tribunales a que las listas de ASB y la mitad de las de ANV participen en las elecciones. Cree, más bien, que es una decisión tomada por la banda hace meses al no lograr imponer sus tesis políticas en el proceso de diálogo del final del terrorismo iniciado en marzo de 2006 y frustrado en diciembre.

Pero, también sostiene que si la banda regresa al terrorismo es "la sociedad vasca quien acabará con ETA" porque "su enquistamiento y progresiva totalitarización apuntan a una explosión hacia dentro" pues "existe un galopante rechazo de la violencia en sectores que, incluso, hace cinco años la aprobaban".