España rechaza que el Tratado de la UE pierda sus elementos políticos

"Despojar al Tratado constitucional de todos los elementos que reflejan que la Unión Europea es un proyecto político es una opción inaceptable para España". Ésta es la línea roja más clara en la negociación sobre el futuro de la UE trazada ayer por el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, durante el primer debate parlamentario sobre el tema realizado tras la elección del presidente francés, Nicolás Sarkozy.

El ministro expresó especial preocupación ante la posibilidad de que se eliminen la Carta de Derechos Fundamentales o la referencia a la supremacía del Derecho de la Unión. También manifestó reticencias frente al deseo de otros países de introducir la posibilidad de recuperar competencias ya transferidas a Bruselas, de reservarse en exclusiva otras nuevas o de obligar a la Comisión a retirar propuestas si se lo pide un cierto número de parlamentos nacionales.

Moratinos aseguró que España no puede "aceptar un desmantelamiento total y absoluto del actual Tratado Constitucional". "La única línea roja", añadió, "es que no habrá un tratado de mínimos". En otro momento, admitió, sin embargo, que sería aceptable "un tratado más pequeño en el que estuviera resumido todo el actual". En medios conocedores de las negociaciones se estima que la presidencia alemana de la UE trabaja para dejar los más de 400 artículos actuales en 60 o 70, capaces de incorporar hasta el 90% del contenido novedoso del Tratado Constitucional. Ello sería posible porque la Constitución aprobada en 2004 incluye el resumen de todos los tratados constitutivos de Europa desde los años cincuenta, que, al no ser derogados por el texto resumido, no necesitarían ser reiterados para seguir en vigor.

El portavoz del PP, Jorge Moragas, se mostró de acuerdo con el calendario de trabajo trazado por el ministro, que prevé a partir de septiembre una breve Conferencia Intergubernamental "técnica" y la firma del nuevo tratado en abril de 2008, para que entre en vigor en junio de 2009. Pero expresó muchas dudas de que la negociación pueda desarrollarse con éxito.