Condoleezza Rice negocia con Europa para salvar a Wolfowitz

La Casa Blanca sigue apostando por Paul Wolfowitz. Y para rebajar la tensión por el escándalo de nepotismo que envuelve al presidente del Banco Mundial, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, está en contacto con sus homólogos europeos. Wolfowitz consiguió la pasada madrugada más tiempo para defenderse de las acusaciones lanzadas contra él por violar las reglas del organismo con la subida salarial de su novia, funcionaria del banco.

La Administración que preside George Bush aprovecha este periodo de gracia para movilizar su maquinaria diplomática, en un intento por salvar la cabeza de Wolfowitz. Con este objetivo, Rice está hablando con varios ministros de Exteriores europeos para expresarles "su impresión positiva de Wolfowitz y del trabajo que está haciendo en el Banco Mundial", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack. El secretario del Tesoro, Henry Paulson, realiza gestiones similares con sus homólogos de Finanzas.

El Departamento de Estado no precisa los ministros con los que Rice está hablando, pero Alemania, Francia y Reino Unido han pedido en varias ocasiones una solución urgente de la crisis que preserve la credibilidad del organismo. The Wall Street Journal, citando a fuentes gubernamentales, explica que la implicación de la jefa de la diplomacia refleja el temor a que el escándalo vuelva a enfriar las relaciones entre EE UU y Europa, dañadas por la guerra en Irak.

Wolfowitz deberá presentar su respuesta a las alegaciones de la investigación abierta sobre su actuación -recogidas en un documento de 600 páginas- esta misma noche en Washington, en lugar del miércoles pasado. El comité deberá actualizar el texto con sus aportaciones durante el fin de semana, antes de remitir toda la documentación al directorio del Banco Mundial. "Estamos de acuerdo con que se extienda el periodo para que presente sus comentarios finales", explica el consejo ejecutivo en un comunicado.

Violar las reglas

Aunque el informe es "preliminar", concluye que el presidente violó las reglas éticas de la entidad al implicarse directamente en el proceso que llevó a la subida salarial de Shaha Riza antes de ser transferida al Departamento de Estado. También precisa que las directrices dadas para compensar a la funcionaria fueron poco claras e inducían a interpretación.

"El presidente tendrá la oportunidad de reunirse con el consejo ejecutivo el martes por la tarde, si lo cree conveniente", remacha el comunicado. A partir de ahí, el directorio considerará toda la información disponible y tomará una decisión. Los representantes de los 185 países que integran el organismo esperan que se logre así una solución "efectiva y ordenada" de la cuestión, y asegura que el proceso seguido hasta ahora es "justo" y "meticuloso".

La presión para que la Casa Blanca encuentre una salida a la crisis también llega desde el Capitolio. Los senadores demócratas están preocupados por el escándalo. El líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, pide a Bush en una carta que tome una "acción decisiva" que evite un voto sin precedentes del consejo ejecutivo. "Le urgimos a que encuentre una solución que garantice que la actual crisis no interfiera en la efectividad del banco y preserve el papel de EE UU en el proceso de selección del presidente", remacha.