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Los expertos optan por reforzar los imanes defectuosos del acelerador fabricados en EE UU

El comité internacional de expertos que ha revisado el grave problema de los imanes defectuosos del LHC ha dado una solución: reforzar esas grandes piezas para evitar que pueda producirse un estallido como el que sufrió uno de ellos a finales de marzo, durante una prueba de alta presión, causando desperfectos en el equipo. La reparación podría hacerse en el mismo túnel donde están los imanes (nueve en total, aunque sólo se usan ocho en el acelerador), según explica un comunicado de Fermilab, el laboratorio de Chicago responsable de la construcción de los imanes y del gran error cometido al no atenerse a las especificaciones de diseño.

El calendario oficial del LHC no refleja ningún retraso por este problema, pero se espera que se actualice a finales de este mes y que quede cancelado el encendido inicial, denominado de ingeniería. En él no se alcanzaría toda la potencia de la máquina, pero se probaría su funcionamiento y los responsables de los detectores podrían hacer calibraciones. Este ensayo, por ahora, está previsto para el próximo mes de noviembre y, si se suspende, habría que esperar a 2008 para estrenar el nuevo acelerador.

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Los imanes estadounidenses defectuosos, llamados cuadrupolos, sirven para enfocar en el LHC los haces de partículas en los cuatro puntos de colisión de los detectores. El accidente del 27 de marzo se produjo en una prueba rutinaria en que se sometió a alta presión (por inyección de helio) uno de estos imanes (de 13 metros de longitud); la estructura de soporte no resistió las fuerzas longitudinales creadas y se rompió, causando destrozos a la vez en una caja de electrónica. Fermilab reconoció inmediatamente su responsabilidad, el error de diseño y el injustificable fallo de no haber detectado el problema en las pruebas realizadas en EE UU, pese a que las especificaciones de los cuadrupolos recibidas del CERN indicaban claramente que los imanes tenían que soportar presiones de hasta 25 atmósferas y las tensiones asociadas a ese régimen, aunque en condiciones normales de trabajo no se vayan a superar las 20 atmósferas.

Tras evaluar las diversas soluciones propuestas, el comité de expertos del CERN, junto con ingenieros de Fermilab, del centro francés CEA Saclay, del estadounidense Laboratorio Nacional de Brookhaven y del japonés KEK, ha dado el visto bueno al plan de soldar cuatro cartuchos metálicos

a la cubierta del imán y a los soportes, en paralelo al eje longitudinal del imán.

Los ingenieros han revisado también todo el diseño mecánico de estos cuadrupolos y ha empezado a analizar opciones para un plan alternativo, en caso de que no funcione la solución de los cartuchos soldados. Asimismo han analizado otros problemas menores identificados en estos imanes, relacionados con las cajas de alimentación y del sistema de criogenia, suministradas por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley. El plan ahora es que la reparación de uno de los imanes se realice a tiempo para hacer el mes que viene un ensayo de presión programado.

Reproducción de lo que será una colisión de partículas en el LHC.
Reproducción de lo que será una colisión de partículas en el LHC.CERN

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