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Reportaje:

Teoría de la proporción

El temario de los aspirantes a 'mosso' insta a evitar la violencia sobre los detenidos

Jesús García Bueno

"Los agentes son responsables de evitar cualquier práctica abusiva o discriminatoria que comporte violencia física o moral, y han de velar por la vida y la integridad física de los detenidos". Ésta es la primera "idea clave" que los alumnos de la Escuela de Policía tienen que empollar sobre la unidad didáctica número 12: sobre la Custodia de detenidos en las comisarías. La misma afirmación se repite, con pequeñas variaciones, en otros capítulos teóricos destinados a los aspirantes a convertirse en un agente de los Mossos d'Esquadra.

Como si de un libro de autoescuela se tratase -con sus ilustraciones, sus "casos prácticos" y sus apartados para el vocabulario especializado-, el temario que estudian los alumnos de la academia es exhaustivo y toca todos los palos de la tarea policial. Desde qué tipos de esposas existen hasta cómo hay que efectuar un cacheo a varias personas, pasando por qué clase de comida no puede darse, en ningún caso, a un detenido de religión musulmana. Todas esas técnicas aparecen sometidas a uno de los principios de la acción policial: la "proporcionalidad".

Un agente puede hacer que el arrestado se quite la ropa interior sólo si hay "causa justificada"

El caso del presunto maltrato a un detenido por parte de cuatro mossos en la comisaría de Les Corts, en Barcelona, ha reabierto el debate en torno a la aplicación del concepto de "proporcionalidad". Una cámara oculta instalada por Asuntos Internos registró lo ocurrido en la sala de cacheos. El detenido, Rubén Pérez, se muestra en actitud agresiva y golpea a un policía. Casi de forma inmediata, los cuatro mossos -un cabo y tres agentes, dos de ellos en prácticas- se abalanzan sobre él y le golpean reiteradamente. El vídeo muestra cómo el arrestado recibe numerosas patadas y puñetazos hasta que finalmente es esposado.

Las imágenes de la sala de cacheos, que se hicieron públicas, han dado lugar a interpretaciones contradictorias. El Departamento de Interior considera que la actuación policial fue "desproporcionada" y por ese motivo decidió suspender de empleo y sueldo a los cuatro agentes. Interior sostiene que la dosis de violencia empleada es excesiva, aunque matiza que se trata de un caso aislado en el cuerpo.

Al otro lado de la trinchera están los sindicatos de la policía autonómica, que defienden la "proporcionalidad" de la actuación y aseguran que, ante un detenido agresivo, los policías hicieron lo que tenían que hacer: emplear la "fuerza mínima imprescindible" para tenerlo bajo control.

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En el temario del curso de formación básica no se explica qué debe hacer exactamente un policía cuando se encuentra ante un detenido agresivo. Se da por supuesto que, con los conocimientos teóricos y prácticos adquiridos, será capaz de afrontar la situación. Eso sí: sin romper el principio de la proporcionalidad.

Todos los pasos que han de seguir los policías desde la detención de una persona hasta su entrada en la sala de cacheos están protocolizados. En esos protocolos, trasladados al temario de los alumnos, se indica por ejemplo que "no se pondrán juntos a miembros de grupos sociales, religiosos o raciales antagónicos". El cacheo tiene que ser supervisado por "el cabo de turno o de incidencias" -que aparece en el vídeo de Les Corts- y prevé la posibilidad de utilizar el casco (así ocurre en el vídeo de Rubén) para evitar que el detenido se "autolesione".

Aunque exhaustivo, el cacheo tiene distintas intensidades en función, entre otras cosas, de "la peligrosidad del detenido, el tipo de delito cometido y las circunstancias de la detención". Los agentes pueden hacer que el detenido se quite la ropa interior, pero siempre que haya una causa "suficientemente justificada y motivada". El protocolo policial prohíbe, además, que los agentes obliguen a hacer flexiones al detenido, una práctica que se considera "degradante". La teoría está clara: "Hay que compatibilizar el respeto a la dignidad de las personas con los objetivos policiales. Y siempre teniendo en cuenta los principios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad".

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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