Hereu y Trias se disputan la bandera socialdemócrata
Ambos se presentan como el recambio que necesita la ciudad y como los únicos abanderados de las políticas socialdemócratas. Uno, el socialista Jordi Hereu, porque acaba de llegar a la alcaldía y por sus acreditadas raíces socialistas. El otro, el convergente Xavier Trias, porque, tras 28 años de gobiernos de la izquierda, Barcelona necesita un "cambio de modelo" que dé prioridad a los servicios sociales.
Ayer, en un debate cara a cara en el Aula EL PAÍS, Hereu y Trias volvieron a disputarse la bandera del cambio y de la socialdemocracia al tiempo que le negaron al rival cualquier posibilidad de encarnar la renovación que, según coinciden, necesita la capital catalana.
Trias a Hereu: "Sepa que la derecha le desbordará. Ya verá como hacemos políticas sociales"
La carestía de la vivienda, los servicios sociales y los problemas del transporte público centran el debate
Hereu a Trias: "Durante 23 años hemos tenido que suplir la falta de inversión de gobiernos en los que usted participó"
Los candidatos del PSC y de CiU a la alcaldía de Barcelona debaten en Aula EL PAÍS su modelo de ciudad
Vivienda, servicios sociales y las salidas a los problemas del transporte público fueron los aspectos que más animaron un debate que comenzó con la exposición de los dos rivales sobre cómo sueñan la Barcelona del futuro. Consciente Trias de que necesita hacer guiños al centro y al centro izquierda si quiere conquistar el Ayuntamiento, el candidato nacionalista planteó el debate como el escaparate del cambio de prioridades que defiende para Barcelona. "Se ha gastado 17 millones de euros para mejorar su imagen", le dijo a Hereu; "se está gastando una barbaridad para construir una plataforma sobre el mar para meter focas". "Barcelona necesita un cambio de prioridades", remachó un Trias que no dejó de reiterar su apuesta por impulsar los servicios sociales por la vía rápida mediante una mayor participación del sector privado.
El déficit social
Hereu no negó algunas carencias de Barcelona, pero quiso impedir que Trias, consejero de la Generalitat en varias etapas, pudiera pasar por ser un político virginal. "Durante 23 años hemos tenido que suplir la falta de inversión de gobiernos de la Generalitat en los que usted participó. Éste es el verdadero déficit social de Barcelona", respondió el alcalde, quien abrió así la caja de los truenos. Y es que buena parte del debate se basó en críticas del socialista Hereu a la labor de CiU en la Generalitat en relación con Barcelona y en reproches de Trias al alcalde por la acción del PSC desde el Ayuntamiento.
Hereu también cuestionó, cuando no ironizó, acerca de la reivindicada ascendencia socialdemócrata de Trias. "Yo me siento socialdemócrata, usted piense lo que quiera", acabó por responder el candidato convergente. Pero al mismo tiempo, un desliz en forma de broma, en la que vino a admitir su condición de político de derechas, dio no pocos argumentos a su rival socialista. "Sepa que la derecha le desbordará. Ya verá como hacemos políticas sociales", dijo Trias. "La derecha, usted lo ha dicho", repitió Hereu con cara de haber desenmascarado al enemigo.
Pero el vivo debate entre los dos candidatos también reportó a Trias alguna victoria dialéctica. Como cuando, al exponer el cambio de estilo que defiende para el Gobierno de la ciudad, se encontró con la respuesta del alcalde de que le llamaría, como jefe de la oposición, para consensuar grandes asuntos. "Lo veo difícil. Nunca me llama para nada. ¿Cuántas veces me ha llamado? Ni una", le espetó a Hereu. "Mire, ya le llamaré yo, pero como alcalde", remachó el convergente.
Trias también intentó acorralar a Hereu cuando éste dijo que, a la espera de la ampliación del servicio de guardería municipal, se ofrecerán salidas en el sector concertado para quienes más lo necesiten. "¡Resulta que ahora ustedes han descubierto los cheques!", exclamó Trias recordando las propuestas en este sentido por parte de su partido en las elecciones autonómicas.
No faltó tampoco la polémica sobre la ordenzanza de civismo y la seguridad. Con más sintonía en lo primero y menos en lo segundo. Hereu dijo que lograr más seguridad o sensación de que no hay delitos en el entorno más próximo no se consigue a base de aumentar el número de policías, sean de la Guardia Urbana o de los Mossos d'Esquadra. "No es lo mismo un modelo policial apoyado con modernas tecnologías que el tradicional; de todas formas, tiene que haber policía de proximidad, pero ya existe".
A juicio de Trias, en cambio, la presencia física de las patrullas paseando y bien visibles por el territorio es la mejor prevención contra la delincuencia. Por eso, CiU plantea la necesidad de aumentar la plantilla de la Policía Local: "La gente, lo que quiere es un guardia urbano en su barrio, no un GPS".
Hereu no estuvo de acuerdo en que una mayor eficacia en seguridad dependa estrictamente del número de policías: "Lo cuantitativo no es esencial y usted no suele hacer mucha retórica, aunque sí la hacen quienes podrían ser sus socios", dijo en alusión al Partido Popular.
Trias hurgó en la herida de que Iniciativa per Catalunya, en el gobierno municipal, no apoyara la ordenanza cívica de Barcelona, a diferencia de lo que hizo CiU desde la oposición. "El problema de la ordenanza de civismo es que se hizo con la oposición de uno de sus socios, y eso se está notando en la aplicación porque se hace de forma desigual. A mí eso no me pasaría", espetó Trias al alcalde criticándole la falta de coherencia del tripartito en una norma fundamental para la ciudad. Hereu no replicó.
La sintonía de los dos candidatos en cómo abordar la inmigración cerró la cuestión pronto: recursos sociales suficientes para inmigrantes y autóctonos y evitar así los problemas de convivencia. "La gente no tiene que competir por las ayudas", resumió Trias.
Impuestos congelados
Fue en el capítulo de financiación en el que las alineaciones de ambos candidatos estuvieron más enfrentadas. Trias asegurando que se podían bajar los impuestos que paga un barcelonés, "porque son los más altos de España", sin bajar por ello el ritmo inversor. "¿Y eso cómo se consigue?", le preguntó Hereu, que, a continuación, subrayó que Barcelona no puede bajar los impuestos "salvo excepciones contadas" porque se rebajaría la calidad de los servicios.
Trias suele ejercer una oposición firme, pero de guante blanco, en el consistorio y en más de una ocasión ha reprochado a Hereu que no le informe de las cuestiones importantes, sobre todo si las han pactado previamente. Ayer se lo echó en cara al sacar a colación la cesión del castillo de Montjuïc a la ciudad por el Gobierno central: "Me enteré por la prensa y no por usted".
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