Transportes prevé que el PIB crezca 1,3 puntos gracias a las obras de la 'Y' ferroviaria

El Departamento de Transportes prevé un crecimiento de 1,3 puntos del producto interior bruto (PIB) del País Vasco durante los años que dure la construcción de la Y ferroviaria. Este efecto beneficioso sobre la economía se debe, fundamentalmente, a que cada euro invertido en construcción genera aproximadamente más de dos por la actividad económica inducida, como la creación de puestos de trabajo y la compra de bienes y servicios. Una vez que que el nuevo trazado esté en funcionamiento, la previsión del departamento es que la Y supondrá un incremento del PIB de 0,61 puntos.

La consejera de Transportes, Nuria López de Guereñu, ofreció ayer estos datos durante una conferencia organizada en Bilbao por el Fórum Nueva Economía, a la que asistieron diversos representantes de la clase política y empresarial de la comunidad autónoma. Se trata de dos pinceladas de un estudio más amplio en el que aún trabaja el departamento sobre el impacto del tren de alta velocidad en la economía vasca. López de Guereñu centró su intervención en los beneficios que aportará la Y ferroviaria a la vertebración del País Vasco y advirtió de que "el tren del progreso" pasa por no dejar escapar esta oportunidad, en referencia a las amenazas de la izquierda abertzale contra el proyecto.

La puesta en marcha del nuevo trazado supondrá una reducción de los costes en transportes de 420 millones de euros, teniendo en cuenta el ahorro que se producirá en tiempo, consumo de combustible, desgaste de vehículos, accidentes y emisiones contaminantes, calculó la consejera. Según resaltó, se dejarán de emitir al día 425 toneladas de CO2 y se eliminarán entre un 60 y un 80% de monóxido de carbono y dióxido de azufre, gracias al ahorro energético de 27.000 litros de combustible. Se estima que dejarán de circular por las carreteras 6.000 vehículos diarios, de los cuales casi 1.200 serán camiones.

La consejera indicó que 2010 se había convertido en la fecha "mágica" para que echara a andar el tren, tal y como se estableció en 1994 durante la Cumbre Europea de Hessen, pero reconoció que no podrá cumplirse. Tras achacar a "diferentes motivos" el retraso en la construcción, mostró su confianza en que la Y esté en marcha en el año 2013. "Esta es la fecha de referencia, aunque la prudencia debe imperar por la complejidad del proyecto, ya que son 172 kilómetros de obra civil, sobre la que luego hay que construir las superestructuras".

López de Guereñu también quiso despejar las dudas que pueden planear sobre el tren por la oposición de la izquierda abertzale y su posible presencia en los ayuntamientos después de las elecciones del 27 de mayo. "No habría riesgo para la evolución de las obras. Los trámites administrativos de las expropiaciones no corresponden a los municipios, sino que los tramita el Ministerio de Fomento", resaltó. En esta línea, apuntó que el departamento está trabajando con los municipios por los que discurre la Y, buscando que compartan el proyecto. "Se está trabajando no solo por una construcción física, sino por la integración social de la infraestructura". Afirmó que el sector que critica el tren de alta velocidad responde a una "oposición prefijada hacia un modelo de sociedad y tiene poco que ver con los análisis y necesidades de un sistema de transporte".

La consejera confirmó que habrá seis estaciones, cuatro de ellas en Guipúzcoa, y justificó que sólo se ubique una en Vizcaya y otra en Álava porque las características técnicas de la alta velocidad desaconsejan la implantación de más paradas.