Una relación dura de probar
El juez Torres ha tardado 10 meses en vincular delictivamente a Isabel Pantoja con su pareja, Julián Muñoz
La primera aparición de la tonadillera Isabel Pantoja sobre el escenario del caso Marbella se produjo el 19 de julio de 2006. Ese día, su pareja, el ex alcalde marbellí Julián Muñoz, fue detenido por orden del juez instructor, Miguel Ángel Torres, acusado de los delitos de malversación y cohecho.
En el registro del chalé Mi Gitana, que la pareja compartía en la exclusiva urbanización marbellí de La Pera, en Nueva Andalucía, los agentes hallaron, entre otros objetos y documentación, 50.194 dólares (más de 36.500 euros) y 9.500 euros que la cantante declaró que eran suyos.
Sobre la primera cantidad, que le fue devuelta, la representación de Pantoja aseguró que era una entrega a cuenta de futuras galas en América Latina que la cantante no llegó a efectuar.
En 2005, el ex alcalde sólo declaró a Hacienda ingresos de una sociedad de la cantante Pantoja se desmarcó de los pagos de Muñoz a su ex mujer a través de una cuenta en Gibraltar
La segunda cantidad, los 50.194 dólares en billetes, encontrada en un bolso de la cantante dentro de un cajón cerrado con llave, iba destinada, según Pantoja, "a gastos diarios de la casa". El juez instructor dela Operación Malaya estimó que no procedía devolverle ese dinero ya que "presuntamente, son fondos atribuibles al imputado señor [Julián] Muñoz Palomo, como objeto o efecto del delito que se le imputa". Estas dos cantidades de dinero eran hasta ahora la única presencia de Isabel Pantoja en el caso Malaya, al margen de las horas de televisión dedicadas por la prensa rosa.
Desde el pasado verano, los medios llamados del corazón habían especulado repetidamente con el arresto de Isabel Pantoja, aunque hasta el momento no se había logrado demostrar el supuesto vínculo delictivo entre la tonadillera y el ex camarero convertido en delfín de Jesús Gil. En los más de 22.000 folios de sumario cuyo secreto se ha levantado hasta ahora, hay dos referencias más a Isabel Pantoja.
La primera consiste en un informe del Cuerpo Nacional de Policía en el que se pone de manifiesto que en 2005 Muñoz sólo declaró a Hacienda unos ingresos de 7.000 euros procedentes de la sociedad Pantomar, administrada por la folclórica. La segunda es la ficha policial de Julián Muñoz, en la que el ex alcalde pedía a los agentes que avisaran a la artista y facilitaba para ello su número de teléfono móvil.
Han hecho falta casi 10 meses de trabajo para que los investigadores de la Agencia Tributaria que trabajan a las órdenes del juez Torres detecten la relación de interés más allá del cariño.
Julián Muñoz, en prisión provisional desde el 19 de julio por el caso Malaya y que ha sido condenado en tres ocasiones por delitos urbanísticos en los casos Banana Beach, Proinsa y Moansa, es una de las piezas centrales del entramado de corrupción destapado en la Operación Malaya y que ha ido salpicando a sus dos últimas parejas, Isabel Pantoja y Mayte Zaldívar y a la hija que tiene en común con ésta última, Elia, también imputada por blanqueo.
Aunque el abogado deMuñoz, José María del Nido -que se autodefine como un "letrado caro"- asegura que su cliente tiene actualmente "cero euros" en la cuenta y sólo posee dos bienes inmuebles en Marbella, valorados en 280.000 euros, el juez Torres ha encontrado pistas interesantes.
En el auto por el que dejaba en libertad bajo fianza a Zaldívar, el magistrado señalaba que Muñoz hizo llegar a su esposa, de la que está separado pero no divorciado, más de 400.000 euros a través de un banco suizo radicado en Gibraltar. Muñoz ingresaba el dinero, según el juez, en la cuenta de una sociedad domiciliada en el estado norteamericano de Delaware, conocido paraíso fiscal. Posteriormente, el hermano de Zaldívar, también imputado, remitía desde Gibraltar los fondos a una cuenta de la misma sociedad en la entidad bancaria Cajamar, cuya beneficiaria es Mayte Zaldívar.
Tras estas revelaciones, Pantoja emitió un sorprendente comunicado en el que se desmarcaba de las operaciones de Muñoz. "Julián Muñoz me ha dicho que él no tenía dinero. Durante este tiempo he trabajado para mantenerle a él a mi familia, y , desde luego, desconocía la existencia de cuenta alguna en el extranjero. Finalmente debo decir que estoy pasando un momento muy amargo y que tras tres años de convivencia, en el caso de que esto sea cierto, me considero una víctima".
Muñoz y Zaldívar llevaban, según la Policía, un ritmo de vida muy alto "sin explicación aparente". El tipo de inversiones o incluso los bienes a nombre de su hija Elia "revelan de forma manifiesta la disponibilidad de fuentes de ingresos (desconocidas) que proporcionan la holgura suficiente como para realizar gastos e inversiones muy distantes de los que comúnmente integran el sueldo de una familia", afirman los agentes.
En 2003, año en que una moción de censura supuestamente orquestada por el cerebro de la trama corrupta marbellí, Juan Antonio Roca, desalojó a Muñoz de la Alcaldía, el ex alcalde invirtió 60.000 euros en Forum Filatélico y realizó pagos de 52.500 euros en una joyería de Marbella.
La entrada de Isabel Pantoja en la vida de Julián Muñoz hizo reaccionar a Zaldívar de una forma que acabaría implicando a los tres en el caso Malaya. Con ocasión del juicio por su separación matrimonial, Zaldívar afirmó que su marido llevaba a casa dinero en bolsas de basura que justificaba como procedentes de comisiones de obra.
Precisamente, el juez acusa ahora a la tonadillera de blanquear dinero procedente de ingresos obtenidos por Muñoz gracias a permitir irregularidades urbanísticas.
El ex alcalde tiene pendiente más de 40 juicios por delitos urbanísticos. Sin embargo, parece que la resolución de estos casos, que abarcan desde licencias de obra ilegales a edificabilidades sospechosas, tardará en resolverse. Este mes se han suspendido dos vistas orales sobre sendos casos urbanísticos de las corporaciones del Grupo Independiente Liberal (GIL).
En posteriores declaraciones ante el juez, Muñoz aseguró que recibió dinero de Roca "para dictar resoluciones que favorecían" al supuesto cerebro de la trama. El juez Torres sostiene que Muñoz cobró 162.000 euros abonados por Roca tras la firma de un convenio que beneficiaba al ex asesor urbanístico.
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