Meryl Streep, censurada
La obra tiene similitud con la matanza de Virginia. ¿Temen que cunda el ejemplo?En Estados Unidos acaban de prohibir la última película de Meryl Streep o, por decirlo en términos oficiales, se ha pospuesto su estreno indefinidamente. Quizá sea una postrera victoria de Jack Valenti, el creador del actual sistema censor en Estados Unidos, fallecido la pasada semana. Jack Valenti, que quería para el cine de su país "el ciento por ciento del mercado del mundo", andaba obsesionado también con el erotismo en el cine e ideó una calificación de películas por edades, según el criterio de un comité anónimo compuesto por padres y madres de familia. De ese modo, Valenti logró que cuando los censores prohíben películas para menores de 17 años estén cerrando puertas a circuitos de exhibición, a publicidad en televisión, a críticas... Almodóvar sabe de eso.
Se está emitiendo en Digital + un interesante documental, Los censores de Hollywood, en el que se dan detalles del sistema ideado por Jack Valenti cuando era presidente de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA). Intervienen en él directores, detectives, clérigos, abogados, antiguos censores... que dan cuenta de un sistema represivo que no parece pertenecer a esta época, y menos aún al país que más presume de sistema democrático. Varios entrevistados aseguran, entre otras cuestiones, que la comisión de censura actúa a favor de los grandes estudios y en contra del cine independiente... Aún quedan pases de Los censores de Hollywood durante este mes. Merece la pena.
Dark matter, la película prohibida de la actriz Meryl Streep que nos ocupa, dirigida por el chino Shi-Zheng Chen, cuenta un hecho real ocurrido en 1991 en la Universidad de Iowa, en el que cinco personas murieron por disparos efectuados por un estudiante chino, que acabó suicidándose. Ni la presencia de Meryl Streep en el reparto ni el premio obtenido por Dark matter en la última edición del Festival Internacional de Sundance han detenido la mano censora. Se arguye que la historia de la película tiene demasiadas similitudes con la matanza del mes pasado en la Universidad de Virginia en la que un estudiante mató a 32 personas. ¿Temen los censores que cunda el ejemplo, o la prohíben por cuestión de buen gusto? Un disparate, en cualquier caso. Y han perpetrado otro parecido posponiendo también el estreno del documental The killer within, presentado en el último Festival de Toronto, que cuenta cómo un estudiante de los años cincuenta cometió un asesinato en su universidad de Pensilvania. Hoy es un respetable padre de familia que la película presenta como un héroe, lo que ha indignado al hermano de la víctima.
Siempre sorprende constatar cómo la censura cinematográfica en Estados Unidos es una de las más severas del orbe. Como muestra, en esta ocasión nos quedaremos sin ver la película de Meryl Streep. "La gente no sabe la cantidad de imágenes que no les han permitido ver", comenta en el documental un director represaliado. "Aunque se empeñen", dice otro, "la realidad no se puede clasificar".
Babelia
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