Tres ancianos heridos muy graves en el incendio de una residencia en Utiel
El fuego se inició en una sala de estar situada en la planta baja del edificio
Tres ancianos, de 71, 84 y 100 años ingresaron ayer en la unidad de quemados del hospital La Fe de Valencia en estado muy grave a consecuencia de las quemaduras sufridas en un incendio que se declaró pasadas las 17.00 en la residencia Reyes Católicos de Utiel, en una sala de estar de la planta baja. Otras 60 personas que se encontraban en la residencia tuvieron que ser desalojadas por parte del personal del geriátrico y los bomberos. La Consejería de Bienestar Social anunció la apertura de una investigación para analizar el funcionamiento del centro.
Una de las dos mujeres ingresadas por el siniestro tiene 100 años de edad
"Estaban bastante mal. Uno de ellos tenía el pelo y la cara chamuscados. Tenía muy mala pinta. Los otros dos tampoco se encontraban muy bien". El sargento de bomberos Pascual Orduña, del parque de Requena, narraba así el estado en el que se encontraron a los heridos. Uno de ellos, el más grave, un hombre de 71 años, Ángel A. O., fue rescatado de las llamas por el conserje del centro, que vació dos extintores en su lucha contra el fuego. Un helicóptero medicalizado de la Generalitat lo trasladó al hospital La Fe de Valencia.
Los otros dos heridos son mujeres, Esperanza I., de 84 años, con quemaduras y cuadro de afección por inhalación de humo; y Ana Fe G., de 100 años, también afectada por inhalación de humo. Ambas fueron trasladas en ambulancia. Al cierre de esta edición permanecían ingresados en la unidad de quemados con pronóstico reservado. Los servicios sanitarios desplazados al lugar atendieron allí mismo también a ocho internos afectados con carácter leve por inhalación de humo.
Mientras los efectivos sofocaban el fuego y ventilaban las instalaciones del edificio, ubicado en el centro de Utiel, la mayoría de los internos evacuaban el lugar por su propio pie y eran instalados en unos locales cercanos al geriátrico. Algunos residentes fueron recogidos por sus familiares. Once trabajadores de la plantilla prestaban sus servicios ayer por la tarde.
El incendio se inició poco antes de las 17.00. Aunque ayer se desconocían las causas exactas del mismo, la hipótesis dominante apuntaba a un cigarrillo, un mechero o unas cerillas, como origen del incendio. La residencia, en cualquier caso, tiene prohibido fumar en las zonas comunes, tal como obliga la ley. No obstante, uno de los internos, José Antonio Campillo, aseguró que les dejaban fumar en una de las salas de la planta baja. En el momento del incendio, este residente estaba en esa habitación, situada junto a la que resultó afectada por el fuego. "Vi salir humo. Yo estaba en una salita contigua en la que sí se puede fumar", afirmó Campillo.
El lugar en el que se originó el incendio está en la planta baja, donde los internos disponen de tres salas de recreo, dos pequeñas y una más grande. El fuego se declaró en una de las pequeñas, y en el momento del siniestro, al parecer, se encontraban en ella sólo los tres ancianos que resultaron gravemente heridos. Una auxiliar se encarga de las tres dependencias. El fuego se concentró en los muebles de la sala, especialmente en un sofá. Pero un humo negro y denso se expandió por todo el edificio.
La residencia Reyes Católicos, ubicada en el número 48 de la calle del mismo nombre, es de titularidad privada, de la sociedad Inversiones Colectivas Valencianas, SA. Tiene una capacidad para 69 plazas, según sus propietarios. Ayer, había 63 internos, 36 de los cuales están acogidos al programa de bono-residencia. La consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, explicó en el lugar de los hechos que el centro obtuvo la autorización preceptiva en 2001, que en 2004 pasó la última inspección y que el 7 de septiembre de 2006 se realizó en las instalaciones un simulacro de evacuación por incendio con éxito. En pocos días estaba previsto otro simulacro.
Según De Miguel, todo hace pensar que la situación administrativa es correcta y que el plan de emergencia del centro era adecuado. Y precisó: "Por supuesto, vamos a investigar profundamente lo ocurrido. El miércoles estará aquí la inspección". La consejera añadió: "No me consta que entre los internos haya enfermos mentales".
