Una bomba mata a decenas de personas en Kerbala, feudo del chiísmo iraquí
Un atentado en el centro de la ciudad iraquí de Kerbala causó ayer la muerte de al menos 60 personas y heridas a otras 170. La explosión del vehículo conducido por un suicida tuvo lugar en un puesto de control policial, a unos 300 metros de la mezquita del imán Abas, uno de los lugares más santos del chiísmo. Esta zona, sometida a estrictas medidas de seguridad, estaba muy concurrida a la hora del atentado, porque los fieles se disponían a realizar el rezo de la tarde.
Según Salim Kazem, responsable del hospital público de Kerbala, un gran número de los heridos se encuentra en estado grave, por lo que la cifra de muertos podría aumentar con el paso de las horas.
Inmediatamente después del atentado se desplazaron al lugar un gran número de ambulancias y de efectivos policiales, que tuvieron que disparar al aire para dispersar a la multitud aún conmocionada que trataba de ayudar o de localizar a sus familiares. La gente comenzó a gritar consignas contra el Gobierno del primer ministro iraquí, el también chií Nuri al Maliki, porque, según expresaron, no garantiza la seguridad.
Kerbala está situada a 110 kilómetros al sur de Bagdad y es uno de los lugares más sagrados de los musulmanes chiíes (comunidad mayoritaria en Irak), que acoge las mezquitas de los imanes Abas y Husein, nietos del profeta Mahoma e hijos de su yerno Alí (figura clave en la génesis del chiísmo).
Por otra parte, el Ejército estadounidense informó de que nueve de sus soldados han muerto durante diversas operaciones de combate en Irak entre el viernes y el sábado pasado. En abril, casi un centenar de soldados estadounidenses han muerto en Irak.
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