La cascada se cuela en la precampaña de la oposición
La catarata de la M-30 de ayer consiguió cambiar hasta la agenda de los políticos. Y no precisamente por razones de atascos y tráfico, sino más bien por una cuestión de reflejo político. A un mes exacto de las elecciones, la oposición no podía dejar pasar una oportunidad semejante: la gran obra del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, su M-30 tunelada, se inundaba con las lluvias primaverales. Y lo hacía a lo grande, en formato cascada.
No le faltó el reflejo a su adversario socialista, Miguel Sebastián, que desayunaba en TVE, mientras se producía el gran follón bajo tierra a escasos metros de la estación de Príncipe Pío. El candidato a la alcaldía por el PSOE participaba en el programa de Los desayunos de TVE. Fue justo allí donde se enteró de lo que ocurría en la M-30. Ni corto ni perezoso, anuló la convocatoria de prensa de las doce del mediodía para presentar su propuesta de sostenibilidad y se plantó allí, casi bajo la cascada.
"¿Cómo es posible que ocurra esto en la M-30? ¿Cómo puede ser que en una obra en la que se han gastado 6.000 millones de euros, con un sobrecoste de más del 200%, pase algo así?", se preguntó. Acto seguido le exigió a Gallardón una comparecencia pública urgente para explicar a todos los madrileños la causa del incidente.
"Las culpables de lo ocurrido no son las precipitaciones, es la precipitación de Gallardón por inaugurar a cualquier precio", dijo. Sebastián. que ya ha pedido, además, una auditoria técnica independiente que aclare cómo se ha inaugurado y ejecutado la obra de la M-30.
El candidato de IU a alcalde, Ángel Pérez, no fue hasta "la catarata", pero insistió en que "a Gallardón le han podido más las prisas electorales que la seguridad".
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