Legendarios sin leyenda

Recientemente ha aparecido una magnífica biografía de Ricardo Muñoz Suay, hombre tan fundamental en buena parte del mejor cine español como misterioso en su quehacer. Se dice que obraba en la sombra, moviendo inteligentemente los hilos que conducían al logro de su objetivo, que podía ser tanto una buena película -de Bienvenido Mr. Marshall a Viridiana- como la agitación política antifranquista: estuvo en la cárcel, fue hombre topo durante varios años, militó en el PCE, del que luego se desgajó, conspiró, se creó enemigos, él lo fue a su vez de muchos... El libro, bien titulado Una vida en sombras, da cuenta de ésta tan peculiar.

Como peculiar fue también la de Ricardo Urgoiti, empresario vasco que renovó la radio y el cine españoles de los años treinta. Y esta frase le resume de forma aséptica, no hace justicia al personaje fascinante que fue: lo que quiso Urgoiti en los años treinta fue promover la integración de medios de comunicación de masas, haciendo un compacto entre el cine, la radio, los libros, la prensa y los discos. Creó la cadena Unión Radio, hoy cadena SER; la productora Filmófono, en la que trabajó Buñuel; animó cineclubes en los que se reunían miembros de la Generación del 27; importó las mejores películas soviéticas del momento; promovió sistemas especiales para la proyección del cine sonoro; edificó nuevas salas de cine... Era deportista, aventurero, políglota... Durante la posguerra, al regresar del exilio, cayó sobre su figura una espesa capa de injurias y de mentiras alimentadas por aquellos que quisieron quitarle el negocio. El próximo mes aparecerá una espléndida y necesaria biografía sobre Urgoiti escrita por Josetxo Cerdán y Luis Fernández Colorado, profesores de la Universidad Autónoma de Barcelona, editada por Filmoteca Española. Ricardo Urgoiti, los trabajos y los días es un estudio exhaustivo en datos, claro en enunciados, y apasionante en su lectura. No es la primera obra de estos autores (juntos o por separado) y, como en las precedentes, vuelven a arrojar luz y taquígrafos sobre algunas páginas ignoradas de la historia del cine español más interesante o, lo que es lo mismo, de la historia de nuestro país. Y ojo a la parte final del libro donde se reproduce una extensa correspondencia entre Buñuel y Urgoiti, ambos en el exilio, en la que se confesaban las dificultades que sufrían para sobrevivir.

Felizmente, está de moda escudriñar pasajes y personajes del cine español del pasado. Hace bien poco apareció el libro de la profesora Alicia Salvador Marañón sobre la productora Uninci, de la que se dijo era un brazo cultural del Partido Comunista en la clandestinidad, con la que precisamente Ricardo Muñoz Suay tuvo tanto que ver...

Son tres libros excelentes, bien escritos y mejor informados, heroicos por la dificultad implicada, que hacen ahora justicia a circunstancias históricas de gran importancia hasta ahora marginadas. Aún hacen falta varios más.