Fomento varía el trazado en Lalín del AVE Santiago-Ourense para preservar dos castros
Otro yacimiento en la Autovía del Cantábrico podría retrasar la obra durante dos años
El Ministerio de Fomento modificará el trazado del AVE en un subtramo de la línea Santiago-Ourense para salvaguardar dos yacimientos arqueológicos ubicados en la aldea de Bendoiro (Lalín). La Consellería de Cultura ha confirmado el acuerdo con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias que permitirá preservar los dos castros. La Dirección Xeral de Patrimonio negocia con Fomento para que la Autovía del Cantábrico no destruya otro yacimiento en Barreiros y con Política Territorial para proteger los círculos líticos de A Mourela, en As Pontes.
La línea de alta velocidad Santiago-Ourense ha tropezado con dos construcciones milenarias en Lalín que han obligado al Ministerio de Fomento a variar su trazado en el tramo que une las parroquias de Baxán y Arzo. El problema ha surgido con un túnel de 600 metros a la altura de Bendoiro que amenazaba con destruir un yacimiento arqueológico y llevarse por delante dos castros unidos por un foso de una antigüedad superior a 2.000 años que están referenciados por la Consellería de Cultura.
Según varios expertos arqueólogos, se trata de una construcción de la cultura castrexa que dataría del siglo II antes de Cristo. Las prospecciones realizadas en la zona han permitido recuperar restos de cerámica y trozos de un molino banquiforme (plano) que se corresponden con la cultura castrexa floreciente.
Tras semanas de conversaciones con la Dirección Xeral de Patrimonio, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha aceptado una "ligera modificacaión" en el recorrido para preservar el valor arqueológico del yacimiento. Ni el Ministerio de Fomento ni la Consellería de Cultura quisieron precisar ayer el retraso que la alteración del tramo podría suponer sobre la obra.
Además, según confirmó el director general de Patrimonio de la Xunta, Felipe Arias, su departamento y el ministerio de Magdalena Álvarez también están negociando otra modificación en los planos de la Autovía del Cantábrico en el municipio lucense de Barreiros.
Se trata de proteger un yacimiento hallado por los arquitectos de la empresa que acomete las obras y que todavía no ha sido catalogado. En la actualidad los arqueólogos de la Xunta estudian y tratan de datar una construcción en forma circular que no figuraba en la cartografía utilizada por los arquitectos para planificar la infraestructura. De confirmarse el valor histórico-artístico del hallazgo, tanto la Consellería de Cultura como el Ministerio de Fomento tratarán de buscar la fórmula para "mantener in situ la construcción".
La solución se antoja complicada. Fuentes cercanas a la negociación han explicado que el cambio de un tramo en la Autovía del Cantábrico sumaría otros dos años de retrasos entre trámites administrativos, estudios técnicos y ejecución de la obra.
El patrimonio histórico cultural y las infraestructuras también han chocado en la autovía Ferrol-Vilalba proyectada por la anterior Consellería de Política Territorial. Cuando el departamento de la Xunta planificó su construcción, tampoco tuvieron en cuenta el círculo lítico de A Mourela, en el ayuntamiento coruñés de As Pontes. Desde hace años, una platafoma vecinal defiende la preservación y recuperación de uno de los pocos yacimientos de este tipo que se conservan en Galicia y en Europa, aunque en un estado bastante ruinoso. Sus representantes han reclamado con insistencia a la Xunta que las excavadoras no se lleven por delante 5.000 años de historia. Como ellos, la Dirección Xeral de Patrimonio aguarda una respuesta de la consellería de María José Caride sobre un trazado alternativo -con la construcción de un túnel- que implicaría que la infraestructura se encarecería un 5%.
Según el director general de Patrimonio de la Xunta, Felipe Arias, todos estos errores de planificación deberían servir a los distintos gobiernos como lecciones para el futuro.
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