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Premio Velázquez de Artes Plásticas

El defensor de la pintura

Luis Gordillo logra el galardón por su trabajo de recuperación de la figuración y el color

Luis Gordillo (Sevilla, 1934) divide el mundo de la pintura entre lo que él llama pintura-pintada "y toda esa otra cosa que se engloba bajo el nombre de artes plásticas: instalaciones, vídeos, performances, arte en la Red". Ayer, nada más conocer que había recibido el Premio Velázquez de Artes Plásticas, quiso volver a reivindicar el papel protagonista que él siempre ha dado a la pintura y que considera que debe de tener en el mundo del arte.

"Mis cuadros hablan de todo menos de mensajes políticos o sociales"
"He sido un renovador profundo de la pintura desde hace más de dos décadas"
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Obra intrigante

Gordillo supo que había sido premiado mientras trabajaba en su magnífico estudio de un pueblo madrileño. Estaba excitado y sorprendido. "El año pasado me lo esperaba. En cambio, éste, ni me acordaba de que se fallaba en estos días", aseguró ayer a EL PAÍS rodeado de algunas de sus últimas obras. Son cuadros de gran formato, llenos de su habitual colorido y formas extraídas de fotografías.

El jurado argumenta su decisión en que Gordillo ha sido uno de los pioneros en la recuperación de la figuración y el color y en que su obra asimila presupuestos del arte pop internacional, convirtiéndose en el introductor de este lenguaje en la escena artística española. Él considera que es una valoración discutible. "Son esas cosas que dicen los jurados, pero yo creo que lo más importante de mi trabajo ha sido mi insistencia en defender la pintura. He sido un renovador profundo de la pintura desde hace más de dos décadas. Desde los años setenta he introducido la fotografía y las nuevas tecnologías".

Está de acuerdo en la valoración que el jurado hace respecto a la importancia que este artista ha dado siempre al color. "He investigado mucho a través de sistemas mecánicos. Los colores son infinitos, inagotables. A través de la máquina, veo colores que nunca hubiera podido imaginar. Los colores se pueden agrupar o disgregar. Busco una síntesis que sólo consigo en algunos momentos".

Gordillo, artista reconocido desde sus exposiciones más tempranas, celebra sonriente la dotación de este premio, 90.000 euros. Afirma no necesitar el dinero para vivir aunque reconoce que contribuye a proporcionar la calma suficiente como para no tener que aguantar lo que no le interese. "Vivo esta situación con excitación. Es como una película". No cree que el Velázquez sea "el Cervantes de las Artes Plásticas. Ni mucho menos. El activo de la lengua española es enorme. Nunca se podrán comparar y este premio necesita ser más generoso con los creadores de Latinoamérica, que los hay muchos y muy buenos".

El Premio Velázquez lleva consigo una exposición antológica en el Reina Sofía y se ha dado la casualidad de que Gordillo tiene previsto exponer en el museo a partir del 19 de junio. Son 80 obras elegidas por el propio artista que cubren todas sus etapas creativas. "Es la esencia de todo lo que yo he hecho a lo largo de mi vida: figuración, collages, abstracción".

¿Cuál es el presente de la pintura? "La pintura tiene una historia nada despreciable. Ha sido ignorada durante décadas porque muchos de los grandes le han dado la espalda, pero no desaparecerá porque hay unas artes del cuerpo (la danza, la poesía) que no pueden desaparecer nunca. Son imprescindibles para las emociones. Piense en muchos artistas que pintan con el cuerpo, con sus manos...".

¿De qué hablan sus cuadros? "De todo menos de mensajes políticos o sociales", responde. "Tengo mis propias ideas políticas como cualquiera, pero soy contrario al llamado arte útil. Me disgusta profundamente aunque lo mismo alguno se ofende. Yo defiendo el arte por el arte".

Espera Gordillo que el premio no perturbe su ritmo de trabajo. Cada día se encierra en su estudio un mínimo de cinco horas. Aparte está el tiempo que pasa en estudios fotográficos investigando para los nuevos cuadros. Gordillo no tiene galerista fijo aunque casi siempre exponga en los mismos locales. Esa libertad también le quita tiempo para la pura creación.

Aunque éste sea el premio más importante que ha obtenido, cuenta con numerosos galardones, entre ellos el Nacional de Artes Plásticas. Desde siempre, su obra ha sido acogida con entusiasmo por los coleccionistas, "pero mis precios son sensatos. Le aseguro que Tàpies o Barceló ganan un 70% más que yo. Mi mercado es totalmente realista y prefiero que así sea".

Luis Gordillo, ayer en su estudio de la localidad madrileña de Villanueva de la Cañada.
Luis Gordillo, ayer en su estudio de la localidad madrileña de Villanueva de la Cañada.RICARDO GUTIÉRREZ
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