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El ex novio de Aintzane Garay se desdice de su autoinculpación

El acusado afirma en el juicio que confesó por "la presión" policial

Mikel H. Belausteguigoitia, acusado de matar a su ex novia Aintzane Garay en octubre de 2005, se desdijo ayer, en la primera sesión del juicio, de la confesión que realizó tras ser detenido, que explicó por "la presión policial". Según declaró ayer, la noche en que la joven desapareció, ella se fue en su coche tras haberse visto en Bakio. Belausteguigoitia dijo ser inocente de los delitos de agresión sexual y asesinato que se le imputan.

Aintzane Garay tenía 26 años cuando fue hallada muerta a causa de varias puñaladas en una zona boscosa cercana a Bakio, tres días después de su desaparición. La fiscalía pide para el acusado 31 años de cárcel y una indemnización de 80.000 euros para la familia de la víctima. La acusación particular eleva la petición de prisión a 47 años y la indemnización a 800.000 euros.

El acusado señaló al tomar la palabra ante el tribunal que la declaración autoinculpatoria la hizo debido "a la presión y las amenazas" que recibió por parte de los agentes de la Ertzaintza, en un interrogatorio sin la presencia de su abogado, y por temor a que inculparan a su esposa, de origen brasileño. Belausteguigoitia había reconocido que estuvo con Aintzane la noche del 14 de octubre de 2005 en las afueras del municipio vizcaíno de Bakio, donde le comunicó que había contraído matrimonio con una mujer que ejercía la prostitución. El acusado reconoció en la primera declaración que había mantenido relaciones sexuales con la víctima y que, tras discutir al anunciarle su intención de no mantener más encuentros con ella, le propinó varias puñaladas en la cara y el cuello, pero que, a pesar de las lesiones, ella logró huir.

Interrogatorios

Ayer el acusado cambió esa versión y aseguró que tuvo que asumir el crimen tras "más de diez interrogatorios en comisaría, muchas horas en el calabozo y gran presión" por parte de los agentes policiales. Así, relató que, tras encontrase con Aintzane y decirle que daba por finalizada su relación, ella se enfadó y abandonó el lugar conduciendo su propio vehículo.

El acusado se negó a responder a las preguntas de la fiscalía y la acusación particular. Su abogado, Javier Beramendi, incidió en el "problemático" momento personal que vivía en octubre de 2005, mientras trataba de ocultar a su familia que su esposa ejercía la prostitución, sus padres se acababan de separar, se había enterado de que era un hijo adoptado y también tenía conflictos en el trabajo. Todo ello le llevaba a consumir drogas de manera esporádica, aseguró.

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La primera testigo fue la madre de la víctima, quién explicó que la noche en que su hija desapareció había recibido muchos mensajes del acusado en el teléfono móvil, aunque le dijo que salía con una amiga. Los hermanos de la fallecida relataron también la angustia de la familia durante los tres días que buscaron a Aintzane, en colaboración con la Ertzaintza y junto a vecinos de Barrika, donde está situada la vivienda familiar, hasta el hallazgo del cadáver en una zona boscosa, junto un acantilado de Bakio. Al término de su declaración, uno de los hermanos de la víctima, que había explicado que la joven era muy reservada, increpó al acusado diciéndole: "Mírame a la cara, cabrón".

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