Una tapadera casi perfecta
La policía interviene 4.300 kilos de hachís en los camarotes de una embarcación de apoyo de Salvamento Marítimo
Durante años, esta embarcación transportó droga de Marruecos a Ibiza, en cómodos y despreocupados viajes, navegando, por precaución, en aguas internacionales, pero siempre fuera de toda sospecha, protegidos por la mejor tapadera que puede tener una embarcación en el mar: el escudo de los que rescatan a otras embarcaciones. "Del mismo modo que en tierra no se nos ocurriría registrar una ambulancia; en el mar, no solemos inspeccionar barcos con el escudo de Salvamento Marítimo", explicaron ayer fuentes policiales de la operación.
En sus ratos libres, para guardar las apariencias, la embarcación también realizaba las tareas propias de su escudo -dos de los detenidos tienen carnés de Salvamento Marítimo, según fuentes policiales-, rescatando barcos averiados o en apuros en la zona de Cataluña. Como en verano salen más barcos de recreo y se triplica el trabajo, la red tenía previsto realizar al menos cuatro viajes a Marruecos en menos de 15 días para traerse droga suficiente para descansar en los meses de junio, julio y agosto.
La operación, en la que han sido detenidas 15 personas, comenzó a mediados de enero, cuando la policía detectó una organización dedicada al tráfico de estupefacientes asentada en la Comunidad Valenciana y Cataluña. Identificados los miembros de la red, descubrieron que uno de ellos era propietario de la embarcación que prestaba servicios a Salvamento Marítimo y comenzaron el seguimiento.
El barco fue trasladado a finales de enero de Ibiza a Barcelona para reparar una avería producida al chocar contra las rocas en un desembarco, ya que, según explicaron fuentes policiales, la red descargaba droga en discretas calas de Ibiza de difícil acceso. Una vez reparado, volvió a Ibiza para partir de inmediato a Marruecos y cargar la droga, pero las condiciones meteorológicas obligaron a retrasar el viaje. Tras varios intentos fallidos, el barco se desplazó a Roquetas (Almería) para otras reparaciones, pero uno de los tripulantes se rompió una pierna y hubo que retrasar de nuevo el viaje.
El cabecilla de la organización, un hombre de 41 años, nacionalidad española, en busca y captura y con numerosos antecedentes por tráfico de drogas, tuvo que desplazarse de Ibiza a Almería para encontrar un sustituto. Resuelto el problema, partieron a Marruecos, cargaron la droga y regresaron a Ibiza. La policía interceptó entonces el barco y detuvo a los tres tripulantes. Al registrar el barco en el puerto de Cartagena (Murcia) encontraron, ocultos en los camarotes, 137 fardos de hachís, 4.300 kilos.
La operación continuó en tierra con la detención del cabecilla de la red, conocido como Eduard, que manejaba documentación falsa, y otras 11 personas de nacionalidad española, colombiana, rumana y marroquí en Ibiza, Valencia, Barcelona y Sevilla. En el chalé del cabecilla, en Ibiza, la policía intervino cinco lanchas neumáticas, cuatro motores fuera borda, numerosos trajes de neopreno, 13.000 euros en efectivo, dos kilos de cocaína, una pistola de fogueo, cartas de navegación y 15 teléfonos móviles.
Agentes del Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (GRECO) de Levante y Cádiz, del Grupo de Estupefacientes de Valencia e Ibiza, de la Policía Judicial del Aeropuerto del Prat y la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA) de la Agencia Tributaria han participado en la operación.
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