Un milagro
Chano Lobato es un auténtico milagro. En el curso de sus 80 años de vida todavía canta y lo hace bien. A veces, lo hace tan bien que puede seguir siendo citado como referencia. El cante por soleá de anteanoche, por ejemplo, que fue un verdadero modelo. Un cante por soleá impecablemente dicho, medido, a compás como debe ser. Y es que este Chano, si se halla medianamente en forma, saca las fuerzas de su cuerpo delgadísimo para hacer las cosas como hay que hacerlas.
No queremos decir que los otros cantes que hizo -tangos, cantiñas, bulerías, tanguillos- los cantara mal, lo que pasa es que en las soleares estuvo enorme. El cante de Chano Lobato es aún en muchas ocasiones perfecto, como corresponde a un cantaor, el último de esas generaciones veteranas, que tiene el oficio bien aprendido y lo saca cuando hay que sacarlo aunque sólo sea para dejar testimonio de su sabiduría. Que es innegable, pues aun cuando canta regular hay en él un poso de ciencia difícil de explicar.
18º Festival Flamenco por Tarantos
Cante: Alfonso Salmerón, María José Pérez, Chano Lobato, Manuel Molina, Diego Carrasco. Toque: Rafael Andújar, Antonio Carrión. Colegio Mayor San Juan Evangelista. Madrid, 19 de abril.
Anteanoche, oír a Chano fue una delicia -como casi siempre- y hemos de dejar constancia de ello. Tuvo momentos de verdadero esplendor, hasta en su patadita final que dio yo no sé cómo; pero la dio, y con ella se marchó alegremente. Hasta el próximo día, que será en Alcobendas en torno a San Isidro.
Diego Carrasco estuvo brillante también. Es algo muy especial, pues hace todo en el flamenco y lo hace con autoridad. En sus canciones, sobre todo, hace unas cosas, unos melismas, que son nuevos en el flamenco. Nadie canta como él, nadie vocaliza los tercios con la gracia y el compás que él lo hace. Cantes / canciones, algunas originales suyas, otras adaptaciones de cantes incluso tradicionales, como las gloriosas bulerías del machaca mechero, a las que ahora ha añadido unas letras dedicadas a Camarón.
Manuel Molina hizo -a su estilo inconfundible, aunque repetitivo- varias de sus conocidas canciones. María José Pérez cantó con gusto y con fuerza. Puede hacerse una gran cantaora; el taranto y la taranta y las siguiriyas fueron notables. Alfonso Salmerón no brilló nada.
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