Presiones de la Liga Árabe
La Liga Árabe ha encomendado a los ministros de Exteriores de Egipto y Jordania -únicos países que han firmado acuerdos de paz con Israel-, que contacten con el Gobierno hebreo para que acepte su iniciativa de paz para la región. Lanzada por Arabia Saudí y asumida por la Liga Árabe, la propuesta se basa en la retirada israelí a las fronteras de 1967 y la búsqueda de una solución al derecho al retorno de los refugiados palestinos, a cambio del reconocimiento formal del Estado israelí por los 22 países árabes.
También el rey Abdalá de Jordania apremió ayer a la presidenta en funciones israelí, Dalia Itzik, de visita en Ammán, a adoptar la iniciativa árabe como base para la negociación.
El Ejecutivo de Ehud Olmert es frío ante la presión de la Liga. Ha reiterado que no abordará el asunto de los refugiados, al margen de que Jerusalén Este y las grandes colonias de Cisjordania son consideradas intocables. Tampoco caen bien las sugerencias sobre conferencias internacionales. La ministra de Exteriores, Tzipi Livni, afirmó: "El asunto palestino debe resolverse por la vía bilateral. A eso sí puede contribuir la Liga Árabe".
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