El delegado del Gobierno en Ceuta asegura que "no se puede bajar la guardia"

La Delegación del Gobierno ha reforzado el número de efectivos policiales en la frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos. Así lo indicó ayer su titular, Jenaro García Arreciado, que explicó que este paso, el único permitido entre la ciudad española y el territorio marroquí, continúa en un nivel de alerta 2, al igual que el resto del país. En estos días, la dotación policial de la frontera se ha incrementado con la llegada de más agentes de Extranjería, Documentación e Información, así como una nueva dotación de la UIP.

Arreciado negó que se tratara de medidas especiales, sino incluidas dentro de los protocolos de seguridad como consecuencia de los atentados islamistas en Casablanca y Argel. Este despliegue ha coincidido con las declaraciones del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que ha colocado a Ceuta y Melilla como próximos objetivos del terrorismo islámico. Para Arreciado es "una vieja noticia con cierto realce por la personalidad de quien lo dice". El delegado aseguró que estas manifestaciones "no son nuevas" y que en todo caso lo que reafirman es que "con atentados o sin ellos no se puede bajar la guardia"

El delegado del Gobierno se mostró convencido de que es imprescindible "incrementar" el esfuerzo de colaboración con otros países, "para la defensa del espacio público y común de seguridad, que es responsabilidad de todos". Y añadió que, en Ceuta, estos esfuerzos se han concentrado en la "recuperación" de las relaciones policiales con Marruecos, "lo que permite tener un mayor control de los movimientos de terroristas".

Arreciado explicó que en la ciudad, y en el resto de España, se cuenta con "medios suficientes" para combatir el terrorismo, "porque se ha incrementado el número de policías dedicados a labores de inteligencia e investigación y se cuenta con recursos técnicos muy superiores a los del pasado".

Sin certeza absoluta

Lo que también ha admitido Arreciado es que "nunca" se podrá tener es la certeza absoluta de que no va a pasar nada "porque no estamos en un mundo ni de seguridades ni de certezas". El delegado también reconoció que ese control es mayor en el paso fronterizo del Tarajal que en el paso del Biutz, exclusivo para porteadores que trasladan a diario mercancías de la ciudad española a Marruecos, y que sigue habiendo marroquíes que pernoctan en la ciudad, pese a que los residentes en la provincia de Tetuán, que son los únicos que pueden entrar en Ceuta sin visado, sólo tienen permiso para estar algunas horas al día.

Según Arreciado, la situación está más controlada ahora que hace seis meses, ya que hay dos patrullas del Cuerpo Nacional de Policía que circulan por la noche en el barrio del Príncipe, de mayoría musulmana, buscando a estos individuos, para su expulsión, pero no se puede hacer nada contra los que están acogidos en domicilios, "ya que sería necesaria una orden judicial para hacer registros, algo imposible en el día a día".