La vida y algo más
Una buena película siempre es más grande que la mejor de las críticas que hayan podido escribirse sobre ella. Hay algunas buenas películas que convierten el ejercicio de la crítica casi en una ordinariez, algo innecesario y más bien inoportuno: su elocuencia es tal que parece empequeñecer toda posibilidad de análisis. Las alas de la vida, de Antoni P. Canet, es uno de esos trabajos. Lo que tiene que decir este crítico sobre el presente documental se podría resumir en una frase: todo el mundo debería ver esta película. Si confían en este consejo, pueden abandonar aquí mismo la lectura de este texto. Si necesitan más razones, este crítico intentará racionalizar lo que no es sino abrumadora experiencia emocional, un desmesurado acto de generosidad que el espectador sólo puede recibir como inesperado regalo. Contar con una película como Las alas de la vida en la cartelera es un privilegio, algo irrepetible por su propia (y anómala) naturaleza.
LAS ALAS DE LA VIDA
Dirección: Antoni P. Canet. Género: documental. España, 2006. Duración: 90 minutos.
El motor del proyecto es, también, su protagonista, su corazón y su voz principal: Carlos Cristos, un médico de familia para quien su trabajo siempre ha sido vocación profunda y permanente acto comunicativo con sus pacientes. Sus colaboraciones radiofónicas daban fe de un afán divulgador que, ahora, se prolonga en su forma más extrema en este trabajo: cuando a Cristos le diagnosticaron una enfermedad degenerativa y mortal, tomó la decisión de convocar a su amigo, el cineasta Antoni P. Canet, para que registrase su proceso de enfrentarse a la muerte. La altura ética y humana del resultado exilia todo atisbo de morbo, sentimentalidad, exhibicionismo y autocompasión (o autoindulgencia). La carismática personalidad de Cristos inunda de luz este testimonio de una racionalidad indomable en cotidiana negociación con el fracaso de un cuerpo.
Sería injusto, no obstante, atribuirle a él todo el mérito: con material rodado a lo largo de tres años, Canet y su equipo de guionistas han logrado moverse a través de este delicado territorio con inteligencia, pudor y valentía hasta destilar una precisa sucesión de ideas, vivencias e interrogantes que nos incumben a todos y nos golpean con una madura y desacralizada percepción de nuestra contingencia. Uno de los temas planteados es el de una trascendencia contemplada en clave laica: Cristos ha logrado, por lo menos, una casa para siempre en la memoria de todo espectador de este ejemplar documental que no ofrece respuestas, pero que sabe plantear las preguntas más pertinentes.
Babelia
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