Los 24 de Cuba

El periodista independiente Ricardo Gonzáles Alfonso, que cumple prisión en la cárcel Combinado del Este de La Habana desde marzo de 2003, corre peligro de muerte, ya que su estado de salud, delicado desde noviembre del año pasado a causa de una congestión pulmonar, se ha agravado. Fue condenado a raíz de la ola represiva desatada en Cuba contra periodistas independientes y opositores de Derechos Humanos y del Proyecto Varela, que llevó a 78 disidentes políticos a la cárcel. Los 78 fueron condenados a penas que van desde 8 hasta 22 años. Entre ellos, 24 son periodistas como Ricardo Gonzáles.

Ricardo pagó -al igual que los restantes 23 periodistas encarcelados con él- un precio muy alto por su dedicación a la prensa independiente. Era presidente de la Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling y fundó y dirigía la revista De Cuba, así como la Biblioteca Jorge Mañach. Su trayectoria profesional es parecida a la de sus compañeros lo mismo que su delito: haber apostado por la libertad de expresión en un país y un tiempo no adecuados.

Si tenemos en cuenta que de los 300 presos políticos que actualmente se hallan encarcelados en Cuba, 80 de ellos están reconocidos por Amnistía Internacional como presos de conciencia, podremos hacernos una idea aproximada del respeto a los derechos humanos que rige en la Perla del Caribe.

Ante este desolador panorama y a la vista de que las amenazas y detenciones de corta duración contra los periodistas van en aumento y también la dureza de las condiciones carcelarias sobre las víctimas de la "primavera negra" de 2003, la sección española de Reporteros sin Fronteras hizo llegar una petición expresa al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con ocasión de su reciente viaje a Cuba. Se trataba de interceder por los 24 profesionales de la comunicación y, en especial, por Ricardo Gonzáles, por tratarse de un caso humanitario debido a su precario estado de salud.

Dice el ministro que el diálogo con el régimen cubano dará sus frutos. En su momento, este Gobierno medió por idénticos motivos de salud, para obtener la liberación del poeta Raúl Rivero. Ahora pedimos la de Ricardo Gonzáles y la de los restantes 23 periodistas -"hombres sin rostro", les llama Ricardo en un libro escrito desde la cárcel- que padecen condena únicamente por cumplir con su trabajo que es el de informar.