La industria musical gallega trata de afianzarse a pesar del cambio tecnológico

Al hilo de la construcción y consolidación de las factorías musicales gallegas se reunieron en el Auditorio de Santiago de Compostela economistas, políticos, empresarios, periodistas y músicos. La problemática inherente a la industria cultural tendió a pasarse por alto, pero la situación de encrucijada en la que se encuentra el sector empresarial de la música, debido a los cambios tecnológicos, planeó sobre los debates organizados por la Consellería de Cultura y el IGAEM en el Auditorio de Galicia bajo el título Cara a unha industria musical galega.

"Debemos asumir que existe un punto de inflexión en las políticas culturales y se localiza en la aparición de Internet". Ésta fue la tesis central que, en su conferencia de las jornadas Cara a unha industria musical galega, defendió el economista y gestor cultural catalán Xavier Marcé. Para el director del Instituto Catalán de Industrias Culturales entre 2003 y 2007, "la industria musical debe reconocer en la red una oportunidad y no una amenaza". Las factorías de producción discográfica se encuentran en uno de esos momentos históricos que el clásico definió como crisis: lo viejo se desmorona pero lo nuevo no acaba de nacer.

Según el gerente de la empresa de distribución de "producto cultural gallego" Lonxa Cultural, Óscar Domínguez, la presencia en las "tiendas digitales" resulta imprescindible: "Los vendedores de discos tenemos que ir más allá de la distribución física y aparecer en la red". Otro de los proyectos presentados durante Cara a unha industria musical galega, la revista electrónica de música Sonotone, nació a partir de A Regueifa, sello discográfico digital. Su responsable, Noel Feáns, proyectó sus iniciativas con Internet como horizonte.

Desde las instituciones, la apuesta también se dirige a la telemática. "La red es una herramienta adecuada", señaló la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, en la inauguración de las jornadas, "para la realidad geográfica gallega y para su dispersión poblacional". Su departamento anunció, a través del director general de Creación y Difusión Cultural, Luís Bará, la puesta en marcha de Galescena, un portal electrónico de información relativa a la escena musical del país, y de medios de apoyo a "los nuevos canales de promoción digitales".

Las políticas públicas de ayuda entraron inevitablemente en los debates de Cara a unha industria musical galega. Luís Bará aseguró que la subvención al producto editado era la "única política pública referente a la música que se practicaba en Galicia" antes del cambio de gobierno y que la consellería inició este año "por primera vez líneas de ayuda específicas y una ordenación de éstas". El economista Xavier Marcé concretó: "Es necesario reducir la subvención como método de ayuda y empezar con medidas financieras", afirmó. Marcé expuso, además, que el mercado físico de la música "resulta residual" y que el futuro reside en la "gestión de derechos".

Estructuras empresariales

Para la Consellería de Cultura, la consolidación de la música como industria cultural resulta objetivo irrenunciable. Bugallo habló de la necesidad de dotar de "estructuras empresariales al sector", ante un público compuesto, en gran parte, por representantes de compañías discográficas. El responsable del programa de promoción cultural Canarias Crea, dependiente del Ejecutivo canario, Antonio Vizcaya, también destacó la importancia económica e industrial de la música. Sin embargo, Marcé mostró su disconformidad: "Creo que la función de un departamento de cultura debe ser educar el gusto musical de los ciudadanos, a partir de ahí, las funciones corresponden a las consejerías de Industria".

La promoción exterior de la música gallega constituyó otro de los temas recurrentes tratados en Cara a unha industria musical galega. Si la representante del Instituo Galego de Promoción Económica, Susana Vázquez, se refirió genéricamente a "el apoyo a la internacionalización de las pequeñas empresas gallegas", el director general de Cultura, Luís Bará, relató la vertiente de "las ayudas a la actuación en el exterior de los artistas gallegos". Para Antón Martínez, gerente de la agencia alemana Endirecto, que contrata grupos procedentes de los "ámbitos hispano y lusófono", "la única manera de que los músicos gallegos se internacionalicen es que potencien su singularidad".