Un ciudadano facilita la captura de un joven buscado por asesinato
El fugitivo alemán fue localizado en la playa de la Concha de San Sebastián mendigando
La perspicacia de un ciudadano, Jon Gurutz T. M., ha permitido detener en San Sebastián al alemán Jan Hertrampf, de 19 años, que era buscado desde hace casi dos meses por el asesinato de la joven Caroline Bernath, tras la celebración de una fiesta de cumpleaños de tinte satánico. El cónsul de Alemania en la capital donostiarra felicitó ayer a Jon Gurutz, además de informarle de que la policía germana ofrecía una recompensa de 5.000 euros a quien facilitara una pista del supuesto homicida.
El cadáver de Caroline, de 21 años, estudiante de Ciencias de la Comunicación, fue hallado el pasado 14 de febrero en un piso de Passau (Baviera), cerca de la frontera con Austria. La víctima tenía 27 cuchilladas por todo el cuerpo. Una auténtica orgía de sangre.
Desde el primer momento, la policía sospechó que los criminales pudieran ser Andreas Stranninger, de 30 años, y Jan Hertrampf, de 19, dos hombres con aspecto satánico a los que la chica había conocido meses atrás en una discoteca. En el piso que compartían con la muchacha fue hallada sangre y restos de piel que relacionaban a ambos individuos con el asesinato. Por eso, media policía estaba tras su rastro y ofrecía una recompensa de 5.000 euros a quien diera una pista que permitiera su captura.
El pasado 30 de marzo, Andreas Stranninger, de 30 años, supuestamente implicado en el crimen, se entregó en el consulado de Alemania en Bilbao. Dijo que estaba harto de vagabundear con su amigo y, además, que se había peleado con él. Pero faltaba por detener el otro sospechoso, cuyos pasos seguía el Grupo de Localización de Fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial, que dirige Juan Antonio González.
Poco antes de las nueve de la noche del pasado lunes, Jon Gurutz, de 61 años, soltero, jubilado a causa de una dolencia cardiaca, decidió pasear con su perro por la playa de la Concha, en San Sebastián. Poco antes había visto un programa de Canal Cuatro que se hacía eco de la información publicada el pasado domingo en EL PAÍS sobre el caso de la estudiante asesinada en Alemania. La televisión difundió imágenes de los dos presuntos homicidas.
Jon Gurutz estaba por la Concha cuando vio cerca de un carrusel a un joven cuya fotografía había visto poco antes en la televisión. "Tenía la mirada absorta y me dio miedo. Iba sin gorro y no tenía los ojos pintados. Cuando estaba a 10 metros de él, vi que le faltaba parte de una oreja, igual que le habían descrito en la televisión. ¿Qué hago?, pensé. Pero me puse en lugar de los padres de la chica asesinada... y no lo dudé. Llamé a la Guardia Municipal".
La Guardia Municipal envió al lugar de los hechos a una dotación de un coche patrulla. El sospechoso, al descubrir a los agentes, intentó escabullirse. Pero acabó siendo detenido y trasladado al cuartelillo, donde se comprobó que estaba en busca y captura a través de una orden de Europol.
Jan Hertrampf malvivía en San Sebastián ejerciendo la mendicidad. En el momento de su arresto no tenía encima ni un céntimo, pero llevaba dos fotografías en las que aparecía él acompañado de la joven asesinada. También portaba una carta de identidad alemana en la que había alterado alguna de las letras de su apellido para así eludir su identificación en caso de que la policía le interceptase.
El presunto homicida fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, que previsiblemente ordenará su ingreso en prisión mientras se tramita la causa para su entrega a las autoridades alemanas. Éstas le responsabilizan de un delito de asesinato, castigado con una pena de cadena perpetua.
"El cónsul de Alemania en San Sebastián me ha felicitado por lo que hice y, además, me ha comentado que la policía alemana ofrecía una recompensa de 5.000 euros para quien facilitase una pista sobre los fugitivos. Yo no tenía ni idea de esto. Pero si me dan ese dinero, me vendrá muy bien porque hace unos días me robaron en mi casa", declara Jon Gurtuz. Él está convencido de que actuó "como hay que actuar".
Stranninger y Hertrampf habían huido de Alemania a Francia y después a Mallorca. Desde Baleares, los dos fugitivos se trasladaron en avión al País Vasco, donde vivían de la mendicidad. Ambos son aficionados a la estética siniestra y seguidores de la música de Marilyn Manson.
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