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Entrevista:HELEN MACK | Activista de derechos humanos de Guatemala

"El crimen organizado se ha infiltrado en los partidos políticos"

El asesinato de su hermana cambió la vida a Helen Mack. Corría el año 1990 y Guatemala estaba sumida en un sangriento conflicto entre guerrilla y Ejército. Myrna era antropóloga, y sus trabajos sobre las comunidades indígenas que huían de la represión le pusieron en el punto de mira. Murió apuñalada el 11 de septiembre. Helen, administradora de empresas, se dedicó en cuerpo y alma al caso, que concluyó 14 años después con la condena de un sargento, como autor material, y de un coronel, hoy prófugo. Pese a las sombras que aún rodean el crimen, esta mujer de 55 años, menuda y tesonera, cree que su lucha "abrió la brecha" en el muro de la impunidad. Por ese motivo, la Fundación Myrna Mack, que ella creó en 1993 y que se ha convertido en una referencia en materia de seguridad y justicia, recibirá hoy el Premio Rey de España de Derechos Humanos, que otorga la Universidad de Alcalá de Henares.

"La depuración de la policía no va a bastar. El ministerio público está también podrido"

Pregunta. La guerra terminó hace 10 años, pero Guatemala está sometida al crimen organizado, a pesar de la ingente ayuda internacional para la reforma policial y judicial. ¿No ha servido para nada el esfuerzo?

Respuesta. Toda esa ayuda ha demostrado la buena voluntad de los países donantes. Lo que ha faltado ha sido la voluntad política para solucionar los problemas estructurales de este país.

P. ¿Es un fracaso de la clase política guatemalteca?

R. Yo diría que es un fracaso de las élites. Ha habido avances en los derechos civiles y políticos, no así en los derechos económicos y sociales, porque eso ya toca intereses de los poderes fácticos. Y junto a ello van los funcionarios complacientes, en una cultura autoritaria donde las normas pasan a un segundo plano y no se respeta el Estado de derecho.

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P. Otra activista respetada, Adela de Torrebiarte, es la nueva ministra de Gobernación [Interior]. ¿Qué opinión le merece el nombramiento?

R. Creo que ella, que fue víctima de la delincuencia organizada, está haciendo un esfuerzo de coherencia: no es fácil aceptar una cartera tan complicada como esa, y sabiendo que dentro de nueve meses habrá cambio de Gobierno. Sin embargo, lleva una idea muy clara de sentar bases y generar procesos para mejorar el sistema de seguridad y justicia. Si el partido que gane las elecciones de septiembre mantiene ese proyecto como proyecto de Estado, entonces puede haber progresos.

P. La propia ministra decía que la sociedad civil debe actuar como garante de la continuidad de esos planes. ¿Cómo puede hacerlo?

R. Los ciudadanos, que somos los que vivimos el embate de la inseguridad, tendríamos que armarnos de paciencia. Las medidas que se tomen hoy van a tener un resultado a mediano plazo. No es algo que vaya a verse mañana. El problema es que los partidos en Guatemala son puramente electoralistas y tienen que satisfacer el clientelismo que les permite ganar. Ahí es donde se interrumpe la continuidad de éstos y otros planes. Otra preocupación que tenemos es que la delincuencia organizada se ha infiltrado en todos los partidos y eso va a ejercer una gran presión.

P. ¿Qué pasos habría que dar para limpiar las instituciones?

R. La depuración de la policía no va a bastar. El ministerio público está tan podrido e infiltrado como la policía. Tiene que ser un esfuerzo conjunto.

P. ¿Cómo se presenta el panorama electoral?

R. Lo más interesante es la participación de Rigoberta Menchú, que entra tarde, comparado con los otros candidatos, pero que rompe esquemas. Su presencia puede ayudar a elevar el debate, ir más allá de los ofrecimientos de campaña. Y plantea retos como la interculturalidad en un partido político, así como el fortalecimiento de la participación de pueblos indígenas. Va a ser muy interesante.

Helen Mack, durante la entrevista ayer en Madrid.
Helen Mack, durante la entrevista ayer en Madrid.MANUEL ESCALERA

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