La velocidad excesiva en vías secundarias, principal causa de muertes en Semana Santa

El balance de siniestralidad de la Semana Santa, que concluyó con 106 muertos en accidente de tráfico, cuatro menos que el año anterior, se convirtió ayer en una defensa a ultranza del permiso por puntos, pero también en un reconocimiento de que "no se han cumplido los objetivos" y de que es necesario "acelerar" las medidas para atajar la sangría diaria en las carreteras. El cóctel mortal se fraguó durante esos días en las carreteras secundarias, donde se produjo el 75% de los siniestros mortales. La velocidad fue de nuevo uno de los factores críticos: se apunta la responsabilidad del 38% de los fallecidos.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ayer que los datos de mortalidad en carretera durante Semana Santa "son malos", aunque ha habido una reducción del 3,64%, y que la cifra de fallecidos es "espantosa". En los 84 accidentes mortales también resultaron heridas graves 62 personas. Después se cargó de argumentos para demostrar que "aunque no es la pócima milagrosa, ni el bálsamo de Fierabrás", el carné por puntos no es un "instrumento agotado", y anunció que, "al contrario que los conductores", su departamento debe "pisar el acelerador" en algunas medidas que "están dando resultados".

Entre ellas, y además del carné por puntos, se encuentran la modificación de los procedimientos administrativos sancionadores, la dotación de dispositivos electrónicos a los agentes (PDA) y la puesta en marcha del centro de gestión automática de multas. Tráfico ha creado un grupo de trabajo que analizará cómo agilizar la retirada de puntos y el cobro de las sanciones económicas a los infractores, aunque reconoce que el cambio de la ley que regula este aspecto, "como en el de cualquier ley", no es fácil.

También se refirió el ministro a otras medidas como el aumento del número de agentes, con dos convocatorias de 500 plazas este año, al arranque de la seguridad vial como asignatura en la enseñanza obligatoria o a la inversión de 57 millones en la eliminación de puntos negros y de otros 36 millones en mejora de señalización. Medidas, subrayó, que "tendrán resultado a medio y largo plazo".

Para defender el permiso por puntos y, de paso, echarle un capote, su director de Tráfico, Pere Navarro, -que aseguró antes de Semana Santa que si se superaban los 100 muertos "algo estaba fallando"- Rubalcaba definió este periodo como especialmente conflictivo, ya que en Semana Santa la mortalidad no sigue la misma tendencia que el resto del año y se "resiste" a bajar. "Ahora la tendencia es buena aunque la Semana Santa sea mala". En todo caso, Rubalcaba apoyó la defensa del nuevo carné en las 340 vidas salvadas desde su implantación, el 1 de julio, y en que desde que comenzó 2007 ha muerto sobre el asfalto una persona menos al día.

Colisiones frontales

El segundo día de la Operación Salida de Semana Santa, el más sangriento, con 20 muertos, fue un augurio de lo que sería el perfil de los accidentes mortales durante el periodo vacacional.

Hacer un recorrido por los principales factores y características de la mayoría de los siniestros ofrece un retrato claro.

Las convencionales, las de un solo carril por sentido, siguen siendo, con un 75%, las carreteras en las que se produce la inmensa mayoría de los accidentes mortales. Calzadas que, como recordó Rubalcaba, son más peligrosas y en las que paradójicamente la gente se siente más segura.

Las salidas de vía, más normales en este tipo de rutas, provocaron el 39% de los muertos, mientras que las colisiones laterales o fronto-laterales supusieron el 44%. Tráfico sigue con el objetivo de luchar contra la velocidad excesiva, que en estos días provocó el 38% de las víctimas mortales. Las distracciones fueron responsables del 35,85%, y las infracciones a las normas de tráfico, del 27,36%. En cuanto a la edad de las personas que perdieron la vida en los 84 accidentes, los datos arrojan un descenso del número de fallecidos en el grupo de edad entre 15 y 34 años. El tramo horario que concentra más siniestros mortales (30% de víctimas) fue el comprendido entre las dos y las ocho de la tarde. Y por comunidades, a la cabeza de la lista negra de fallecidos sobre el asfalto se sitúan Andalucía (22 muertos), Castilla-La Mancha (12) y Cataluña (12). En las vías de Madrid y La Rioja no se registró ningún muerto. Las cifras constatan un mayor uso del cinturón. En 2006, el 45% de los fallecidos no lo llevaba puesto. Este año se rebajó al 27%.

La peligrosidad de las carreteras secundarias y las imprudencias son la causa de casi todos los accidentes