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Galicia organiza la primera fase del concurso nacional Miss XL

Raquel, Estela y Celia son tres de las seis chicas que se han clasificado para la final del primer certamen Miss talla XL celebrado en Vigo, a pesar de no cumplir el canon de belleza que las grandes marcas de moda venden todos los días en sus publicidades. A ellas se sumarán otras seis el próximo mes de junio, y seis más en septiembre, para participar en la gran final, que tendrá lugar el mes de diciembre.

La idea surgió como una reivindicación frente "a la dictadura" de las modas. "Estamos hartas de los cánones de belleza y queremos demostrar que aunque tengamos unos kilos de más podemos sentirnos sexis, y que nos vean sexis, y guapas, que estamos aquí, que existimos y también somos guapas", explicó Cristina Poza, copropietaria de la tienda Oprah, especializada en ropa de talla grande y responsable del certamen de belleza. Una situación "injusta" contra la que Poza invita a rebelarse. "Si no tienes 60-90-60 es imposible vestirte, trabajar; y hay que decir que podemos trabajar, que podemos vestirnos..., podemos vivir", afirmó.

Algo en lo que también coinciden tres de las primeras seis finalistas de Miss XL, como Raquel Iglesias, controladora de seguridad, y madre de una niña de nueve años, que tiene muy claro "que todo el mundo es guapo" y que "no puede ser que una niña a los nueve años", como su hija, "diga que está gorda". Una situación de la que Raquel responsabiliza directamente a las campañas publicitarias y a los medios de comunicación "que no se interesan por las personas que están gordas".

Campañas publicitarias

En esa misma línea se manifestó Celia Pereira, de 31 años, para quien las campañas publicitarias de ciertas marcas en las que aparecen modelos extremadamente delgados "son una falta de respeto", especialmente para la gente más joven, "que vienen con la mentalidad de que tienen que adelgazar ya de pequeñas". "La moda no es sólo los delgados o los famélicos, es también la gente a la que le gusta comer y sentirse persona", afirmó Pereira, quien denunció que "por norma" la sociedad discriminaba a los gordos.

"Tenemos sentimientos, somos personas inteligentes, estudiamos, tenemos sangre, tenemos buenos momentos y malos momentos, como todos, pero por norma te discriminan y te dicen qué gorda estás, qué culo tienes, y no miran el fondo de las personas", dijo esta joven portuguesa afincada en Vigo, donde se casó y tuvo a su hija y que confiesa que durante "muchos años" fue bulímica. Por su parte, Estela Costas, finalista del certamen, reconoce que siempre tuvo "muchos problemas" de autoestima.

Poza dice que el éxito de esta primera semifinal superó todas las expectativas. En junio se celebrará la segunda semifinal, en la que también participarán otras 20 chicas, de las que saldrán 6 finalistas. En septiembre se seleccionarán 6 finalistas más. La final será en diciembre.

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