Renfe cambia las tarifas de transporte de mercancías para evitar pérdidas en el servicio

El servicio de Cercanías de Renfe es una necesidad social, pero hasta hace poco era una ruina. De los diversos servicios, el denominado "red multicliente" que permitía a cualquiera enviar carga en trenes con, prácticamente, servicio regular, era ruinoso. Desde el pasado mes de febrero, el transporte de mercancías tiene nuevas normas y tarifas. La variación media es un descenso del 26%, pero la situación era tan dispersa que aplicar la tarifa rebajada significa, en ciertos casos, duplicar el precio anterior. Algunos empresarios han puesto el grito en el cielo y el propio Gobierno catalán se ha dirigido al Ministerio de Fomento ante el temor a que se dispare el transporte por carreteras y autopistas.

Renfe quiere, afirman su responsables, potenciar el transporte de mercancías por ferrocarril. Para ello, entre otras medidas, ha encargado ya un pedido de 100 locomotoras. Pero quiere hacerlo de modo que el servicio sea si es posible rentable o, en el peor de los casos, que no sea ruinoso. Sobre todo en el sistema "multicliente". Y es que transportes de mercancías hay de muchos tipos y muy diferentes entre sí. Está el transporte de coches, el siderúrgico, el de graneles, el intermodal (que incluye dos modos de transporte, uno de ellos el ferrocarril) y el multiproducto.

El que hoy está siendo cuestionado es el sistema multimodal. Hay, aquí también, dos tipos de transporte. El de los empresarios que contratan un tren entero, acordando la fecha y hora de movimientos, y el denominado "red multicliente". Hasta ahora este servicio funcionaba, más o menos, como los trenes regulares de viajeros. Tenía rutas establecidas en las que los clientes podían contratar una parte del tren. Esas rutas eran fijas y con días preestablecidos. El problema era que muchas de estas rutas se hacían con el tren casi vacío. Para evitarlo, Renfe ha decidido unificar criterios y reubicar trenes. Se mantiene el servicio, pero se eliminan o reducen los que eran muy deficitarios.

Tarifas de hace 35 años

El segundo problema que tenían estos transportes eran las tarifas. Su establecimiento data de hace 35 años y aunque los precios habían ido siendo adecuados con los incrementos de IPC y combustibles, cuando era el caso (Renfe tiene no pocas líneas sin electrificar que funcionan con máquinas de gasóleo), había también contratos específicos con las empresas que hacían que en una misma línea y para cargas similares lo realmente pagado fuera muy diferente para una u otra empresa. Hace dos años, la dirección de Renfe emprendió el proceso de reforma de Cercanías y comunicó a las empresas que se procedería a unificar las tarifas. El pasado mes de marzo entraron en vigor. El resultado ha sido que algunos empresarios han puesto el grito en el cielo porque les supone duplicar el coste de lo que pagaban hasta ahora.

"Es verdad", explica un portavoz de la empresa ferroviaria. "La unificación de tarifas, aunque de media suponga una rebaja, en algunos casos supone un incremento. La situación era tan dispar que mientras para algunos clientes las nuevas tarifas equivalen a un descuento, para otros supone un aumento de hasta el 50%, porque había muchos planes personalizados". No obstante, afirma la misma fuente, pese a que los empresarios dijeron que se irían a la carretera porque el precio era muy alto, el resultado final no está siendo una caída del transporte por tren sino más bien un aumento.

Tras conocer la preocupación del Gobierno catalán, debido sobre todo a que las carreteras catalanas soportan el transporte local y buena parte del que se produce entre la Península y el resto de Europa, Renfe ha tenido en consideración algunas particularidades, aunque ya antes se había planteado que en algunos casos el tratamiento debía ser diferente para ciertas mercancías. Sobre todo, en dos casos: las mercancías peligrosas y aquéllas cuyas empresas necesitan una inversión para realizar el transporte (cisternas, por ejemplo) y con frecuencia realizan el viaje en un sentido con carga y el de vuelta de vacío.

Los responsables del servicio de mercancías de Renfe sostienen que, de momento, el resultado es un incremento del transporte ferroviario, en especial el que sale del puerto de Barcelona hacia el interior de la Península ("hemos incrementado el servico en cuatro trenes", dijo el portavoz de Renfe) y, en general, en el conjunto de las líneas que unen Barcelona, Valencia, Madrid, Zaragoza y Bilbao. "No podíamos hacer otra cosa", añadió el portavoz, "porque tenemos que adaptarnos a la liberalización del transporte de mercancías y necesitamos ser competitivos tanto en servicio como en precios".