Ex directivos de Intervida denunciaron en 2005 irregularidades en la gestión
Los trabajadores aseguran que enviaron a la fiscalía las quejas sobre la situación de la ONG
"Como empleados de Fundación Intervida nos sentimos engañados y manipulados (...) entramos con ideales y todas esas ilusiones se han roto (...) Intervida no es una fundación, es un coto privado del señor Eduardo Castellón". Estas frases aparecen en una carta, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, escrita y apoyada en 2005 por al menos cinco directivos de Intervida que aseguran que la remitieron a la fiscalía de Cataluña. Todos han salido ya de la organización, por dimisión o despido. En el texto afirman haber visto una transferencia de "16 millones de dólares" (12 millones de euros) de Intervida Guatemala a un paraíso fiscal.
Trabajadores y directivos de Intervida remitieron a la fiscalía de Cataluña -que investiga desde diciembre de 2003 el supuesto desvío de 45 millones de euros de la Fundación Intervida a empresas y cuentas privadas- un escrito señalando las irregularidades que habían observado en el funcionamiento de la ONG. Cinco han confirmado a este periódico haber apoyado la carta, y aseguran que participó una docena de personas.
Algunos de estos directivos habían sido llamados a declarar ante la fiscal, pero lo hicieron en presencia del abogado de Intervida, lo que les impidió, según sostienen, hablar con total libertad. "No hagáis daño a la compañía, limitaos a responder las preguntas del fiscal", fue la consigna que recibieron del letrado de Intervida. Éstos son algunos de los puntos que trata la carta:
- Hombres de paja. "El señor Eduardo Castellón dirige, manda, manipula a su gusto, y no hay opinión que pueda discrepar de la suya. Sus directores, que en teoría tendrían que dar ideas, son meros hombres de paja o testaferros que utiliza para firmar y para dar la cara. En 11 años de vida de la fundación han pasado toda una lista de directores generales, y cuando hay un director que quiere hacer de director dura poco tiempo", señala el escrito.
Eduardo Castellón es el fundador y primer presidente de Intervida y una de las personas investigadas por la fiscalía.
- Paraíso fiscal. "Llegó el resguardo de una transferencia vía fax, realizada por Intervida Guatemala a una cuenta de BanCafé Internacional de 16 millones de dólares (12 millones de euros) del montante de Reservas. Esta cuenta va de Guatemala a Miami y de Miami a Barbados (paraíso fiscal). En el momento que Eduardo Castellón tuvo conocimiento de que el personal de Fundación Intervida conocía esta situación, alegó que realmente el motivo de este movimiento bancario era un malentendido y que eran movimientos producidos dentro del banco, ya que la central del mismo se ubica en Barbados. Hemos comprobado por Internet este hecho, y realmente el BanCafé Internacional tiene nacionalidad colombiana y sede en Miami desde 1987".
- Empresas del grupo. INWA (International World Alliance) es la organización que agrupa a todas las Intervidas del mundo, cinco en el norte que recaudan dinero y 18 que ejecutan los proyectos. Los directivos señalan que a esta organización "se encuentran adheridas de algún modo empresas que todo el equipo directivo de INWA desconoce totalmente y de las que nunca ha visto ningún movimiento contable. Muchas de ellas están en proceso de liquidación".
- Microcréditos. Los redactores de la carta ponen en duda que estas empresas cumplan con el fin fundacional de la organización: "Por ejemplo, Raíz es un banco de microcréditos que da crédito a personas con escasos recursos. Pero nos llega información del propio país donde nos dicen que este banco está financiando un complejo hospitalario de alto standing, así como la construcción de una promoción inmobiliaria en Perú que nada tiene que ver con un servicio social. La información de dichas empresas, auditorías reales y control de las cuentas se llevan directamente desde Guatemala, por ser empresas extranjeras, por lo que la realidad de los movimientos y aplicación del dinero no pasa por Intervida, aunque sea de esta fundación de donde salen los fondos".
- Medicamentos en Perú. "Sabemos que una de las empresas del grupo, concretamente FarmAhorro que está en Lima, vendía medicamentos a Intervida Perú, actualmente llamada Solaris, entre 300 por ciento y un 1.300 por ciento más caro que el precio medio de otros laboratorios. Esta información viene del país donde se sitúan estas organizaciones".
- Alerta a la sociedad. "Existe miedo por parte de los trabajadores de Fundación Intervida España y de INWA. Pero este escrito no es sólo para resguardar los intereses de dichos trabajadores, sino para dar la voz de alerta de una situación que no se puede alargar más porque es problema de la sociedad y responsabilidad tanto de los entes públicos como de las organizaciones y coordinadoras de ONG, y los medios de comunicación. Al no hacer nada permitimos que más de 340.000 padrinos que pagan cada mes estén apoyando un proyecto sucio con intereses privados y dirigido por una persona que no tendría que seguir manchando el mundo de la cooperación".
Con financiación pública
La casi totalidad de los ingresos de Intervida (el 99,3%) proviene de las aportaciones de los afiliados, según su página web. Pero la fundación ha sido y es receptora de subvenciones públicas para proyectos concretos. Entre 2001 y 2006 recibió de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) más de 350.000 euros para tres proyectos.
Fuentes de la AECI señalan que la Agencia "controla el buen uso que se hace del dinero público destinado a cada proyecto y que se cumpla la Ley General de Subvenciones" pero que no puede actuar como "policía" sobre las cuentas de las ONG ni requerir que estén afiliadas a alguna coordinadora (que exigen que se acaten ciertos códigos de conducta). "Cuando no se trata de proyectos concretos sino de convenios, que son más a largo plazo, sí pedimos requisitos más estrictos", precisa.
La Agencia catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD), sin embargo, sí denegó subvenciones a Intervida por no tener "buenas referencias de la entidad". Intervida presentó entre 1997 y 2003 seis proyectos de ayuda al desarrollo para que fueran subvencionados. Ninguno fue aprobado, sobre todo, porque se entendió como algo negativo el hecho de que Intervida no formara parte ni de la Federación Catalana de ONG ni de las diferentes coordinadoras territoriales, que tienen códigos éticos.
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