El convento de Sant Josep en Valencia, del siglo XVII, será un hotel de diseño

Desde la calle no es posible observar el frondoso jardín y las dimensiones del convento de Sant Josep de Valencia, oculto tras las altos muros recayentes al río. Fue erigido en 1609 en una puerta de entrada del barrio de El Carme, en la plaza del Portal Nou, para ser habitado por carmelitas descalzas, cuyo número se ha ido reduciendo hasta abandonarlo. Ahora el inmueble ha sido adquirido por una empresa impulsada por Francisco Roig, que proyecta su conversión en un hotel, en lo que él denominó un "convent garden, con mucho diseño y verde". La iglesia está protegida.

Las pocas monjas carmelitas que quedaban se marcharon a Serra. La iglesia, cuya portada concentra el mayor interés arquitectónico, abre al culto en contadas ocasiones. El convento es una muestra de la sobria y humilde arquitectura religiosa castellana. Fue reformado y ampliado en 1970, con dependencias nuevas que han funcionado como residencias de monjas y religiosos. El convento figura en el PGOU de Valencia con un grado de protección 1.

Fue adquirido en subasta hace cuatro meses por la firma que lidera Francisco Roig. "Proyectamos hacer un convent garden con mucho diseño", manifestó ayer el empresario y ex presidente del Valencia CF. La superficie comprada asciende a "4.000 metros cuadrados y 5.000 metros son edificables", apuntó. El empresario no quiso desvelar el coste de la adquisición, que se situaría entre los 17 y 19 millones de euros, según diversos cálculos.

Roig incide en que el futuro del sector de la construcción y de la economía valenciana pasa por ofrecer diseño de gran calidad y espacios verdes. Al menos esa es la idea que pretende plasmar en el convento, para lo cual quiere alcanzar acuerdos con el Ayuntamiento. Una de sus intenciones es abrir un aparcamiento para residentes, dada la escasez de plazas en el barrio de El Carme. Se ubicaría bajo el jardín, que sería reformado siguiendo "las últimas tendencias en paisajismo mediterráneo", comentó Roig. En cualquier caso, todo está supeditado a los futuros acuerdos y a la normativa vigente. El proyecto está en fase embrionaria.

El convento no tiene una protección especial, según fuentes de la Consejería de Cultura. Sí está protegida la pequeña iglesia como bien de relevancia local, y en consecuencia, cuenta con el nivel de protección 1. No obstante, el convento de Sant Josep es contiguo al complejo conventual de El Carme, en el corazón del barrio del mismo nombre, declarado Bien de Interés Cultura. Por tanto, cualquier proyecto en el interior del BIC deberá contar con la autorización de Patrimonio de la Consejería de Cultura. De momento, no se ha solicitado ningún permiso.