El misterio Luna
Uno de los misterios de la industria cinematográfica española empieza ya desde su mismísimo nombre: Luna. Porque ¿cuántos lectores sabían que hay una joven realizadora española llamada María Lidón que firma sus trabajos con el seudónimo de Luna? ¿Cuántos sabían que sus tres largometrajes hasta la fecha están rodados en inglés y con actores de reconocido prestigio como Vincent Gallo, Daryl Hannah o Val Kilmer? ¿Cuántos sabían que Náufragos (2002), Yo puta (2004), sus dos primeras cintas, y Moscow Zero, de estreno esta semana, han gozado de holgados presupuestos de 4, 6 y 10 millones de dólares, respectivamente? Seguro que muy pocos. De hecho, sus películas se han estrenado siempre tardíamente, en malas condiciones, con pocas copias y aún menos publicidad. Al menos en España, aunque en el extranjero no parece que hayan conseguido mucho más. ¿La razón? Pues, probablemente, que son muy malas.
MOSCOW ZERO
Dirección: Luna. Intérpretes: Vincent Gallo, Joaquim de Almeida, Val Kilmer, Álex O'Dogherty. Género: Terror. España, EE UU, RU, 2006. Duración: 90 minutos.
Los primeros cinco minutos de Moscow Zero, rodados en iglesias, subterráneos y catacumbas de la capital rusa, y apoyadas en la música de Javier Navarrete (candidato al Oscar por El laberinto del fauno), abren la puerta a una historia enigmática que sin embargo nunca llega. Narrada en clave de cine de terror, la película ni inquieta ni mucho menos asusta. El guión, de Adela Ibáñez, no va más allá de un bosquejo de aficionado y la puesta en escena de Luna sólo destaca por la deformación de la imagen, al estilo de los espejos de feria, un efecto que si se ejercita una vez puede llegar a sorprender, pero que si se hace no menos de 50 veces igual termina cargando una pizca.
Babelia
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