Canadá limita la caza de focas por el deshielo
A más calor, menos hielo; y a menos hielo, menos cuota para la matanza de focas. El Gobierno de Canadá ha reducido la cuota de animales que pueden ser sacrificados este año, de 325.000 a 270.000, en la mayor cacería programada de animales de cada año. La causa: el calentamiento que ya se nota en el Ártico ha hecho disminuir las plataformas de hielo en que estos animales paren. Y sin nuevas crías, hay menos pieles de foca para la industria.
La cifra de capturas aprobada este año es similar a la de los años 1997 a 2002. Después, las presiones de los cazadores y las quejas de los pescadores, unidas a las apreciaciones de los científicos, hicieron que el Gobierno canadiense aumentara el número de animales que pueden sacrificarse. Este incremento ha tenido que ser revertido, porque los nuevos informes advierten de que los animales -se calcula que hay unos cinco millones en Canadá- se enfrentan a situaciones más adversas.
Como rige desde 1987, los animales sólo pueden ser sacrificados cuando han cumplido los 13 o 14 días, y han perdido su primera piel. Pero los ecologistas denuncian que esta restricción no siempre se cumple. Si se cumple la cuota (no todos los años se han matado todas las focas posibles), la cosecha de pieles de este año puede valer hasta 20 millones de dólares (unos 15 millones de euros). Tristemente, el fin del debate tiene plazo: con el calentamiento, se reducirá mucho el hielo y el número de focas. Pero tampoco se querrán sus pieles para hacer abrigos.
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