Científicos gallegos estudian tratamientos contra el cáncer adecuados a cada paciente

Los medicamentos están diseñados para sanar enfermedades y sin embargo pueden a su vez causar niveles altos de toxicidad, especialmente los quimioterápicos. Para tratar de paliar los efectos secundarios de este tipo de tratamientos contra el cáncer, el Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS) ha iniciado un estudio para personalizar los tratamientos del cáncer de colon. El catedrático e investigador Ángel Carracedo iniciará en junio ensayos clínicos para prever las reacciones que los antipsicóticos pueden producir en enfermos de esquizofrenia.

Un fármaco de primera línea tiene como eficacia media un 50%. "Pensamos que la medicina que tenemos es más eficaz de lo que en realidad es", explicó Ángel Carracedo, catedrático de Medicina Legal y director de la Fundación Xenómica, en el ciclo de conferencias que organiza La Rosaleda todos los martes. El mismo medicamento tiene niveles de toxicidad muy dispares dependiendo de la persona que los reciba.

Siempre en un contexto de enfermedad muy avanzada, Carracedo explica que se muere más gente "por reacciones adversas a fármacos que en accidentes de tráfico". La intención del genetista es poner de relieve la gran importancia de conocer la genética de los pacientes para, con esa información, recetarles los fármacos más adecuados a su organismo.

En realidad, los científicos saben desde los años 50 que las personas respondemos de forma distinta a los fármacos dependiendo de nuestra genética. Sólo ahora es posible analizar de forma rápida, eficaz y barata las reacciones perjudiciales que pueden causar. La tendencia de los laboratorios farmacéuticos será crear medicamentos "a medida".

La FDA (Agencia Estadounidense del Medicamento) y la EMEA (Agencia Europea del Medicamento) ya han recomendado cambios en la ficha técnica de 12 fármacos, la mayor parte de ellos quimioterápicos, para que sea obligatorio el análisis genético antes de su prescripción. Pero el número es aún muy reducido. "Los laboratorios deben adaptarse al cambio y hay que crear especialistas para trasladar los conocimientos a la práctica", asegura Carracedo.

No sólo las personas con cáncer podrían beneficiarse de estos avances. Los pacientes esquizofrénicos, que representan nada menos que el 1% de la población, responden de forma muy dispar a los antipsicóticos. El equipo de investigación de Carracedo comenzará, en colaboración con el departamento de Psiquiatría del Sergas, un ensayo clínico de gran envergadura que comenzará en junio de este año. El ensayo preliminar, realizado a 200 personas con cáncer en Ourense, obtuvo muy buenos resultados. "De las 15 personas que respondieron mal al tratamiento, podríamos haber previsto 14". Carracedo confía en el futuro "espectacular" de esta investigación.

Cáncer de colon

El Hospital Clínico Universitario de Santiago, por su parte, acaba de iniciar un estudio continuo de pacientes con cáncer de colon, el segundo de mayor mortalidad. Se trata de analizar el mapa genético de los enfermos para determinar un tratamiento más individualizado y evitar así toxicidades innecesarias. Así, dada la tasa del 50% de eficacia del tratamiento, no se le administra a aquellos a los que no les va a producir ningún beneficio; a éstos se les administra otro. "La medicina actual se basa en ensayos y errores", explica María Jesús Lamas, del Servicio de Farmacia del hospital. "Debemos saber seleccionar a los pacientes que hubiesen respondido al fármaco para ahorrarles toxicidad".

La intención es que este tipo de estudios se extienda a otros tipos de cáncer, como el de mama. Rafael López, oncólogo, señala que, basándonos en los genotipos, vamos hacia un tratamiento mucho más "racional y curativo" del cáncer. Más especializado y, por tanto, menos dañino.