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El Senado de EE UU, más cerca de fijar una fecha de retirada de Irak

Los demócratas avanzan en su objetivo de imponer al presidente de EE UU, George W. Bush, una fecha de retirada de Irak. En una apretada votación, 48-50, el Senado rechazó anoche una enmienda republicana que pretendía eliminar la fecha para la retirada de las tropas de un proyecto de ley de gastos suplementarios para la guerra. De esta forma, se mantiene en el proyecto, que se votará probablemente a finales de semana, el objetivo (no la obligación) de retirar las tropas del país árabe como muy tarde el 31 de marzo de 2008.

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Bush ya ha anunciado que vetará cualquier texto que contenga un calendario de retirada, incluido el aprobado el viernes por la Cámara de Representantes, que establecía el 1 de septiembre de 2008 como fecha tope, de obligado cumplimiento. El problema es que Bush, al vetar el proyecto del Senado, y devolverlo para su modificación, retrasará la aprobación de la ley que proporcionará a las tropas en Irak más de 100.000 millones de dólares.

Mientras, el presidente iraquí, Yalal Talabani, y el primer ministro, Nuri al Maliki, han presentado al Parlamento un proyecto de ley que permitirá a los miembros del ilegalizado partido Baaz de Sadam Husein, incluidos los que ocuparon cargos en las represivas fuerzas de seguridad y de información (la temida Mujabarat), regresar a la Administración (no a sus antiguos empleos) y cobrar así una pensión.

La medida es una exigencia de EE UU, que desde hace meses trata de incorporar al juego político a la minoría árabe suní (el 20% de la población) y restar apoyo popular a la insurgencia. El borrador establece una amnistía de la que están excluidos los acusados y ya procesados por crímenes durante la dictadura. Los que deseen acogerse al perdón tendrán un periodo de tres meses para hacerlo.

Situación de inseguridad

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En la situación de inseguridad que padece el país -ayer fue asesinado el hijo del clérigo Zaher Jamis al Duri, líder del Consejo de Ulemas, la más importante instancia religiosa suní en Irak-, no parece que el plazo de tres meses sea realista. El intento de asesinato la semana pasada del viceprimer ministro, Salam al Zubaie, suní y miembro de la misma tribu de Al Duri, y en el que parte de sus guardaespaldas estaban implicados, pone de manifiesto que existe una lucha dentro de la insurgencia: los grupos que obedecen a Al Qaeda frente a los más nacionalistas, que son precisamente el objetivo de EE UU, que admite haber negociado con ellos.

Al menos 50 personas murieron ayer y decenas resultaron heridas tras explotar dos camiones bomba en la ciudad de Tal Afar, en la provincia de Nínive, a 470 kilómetros al norte de Bagdad, según fuentes policiales. Las explosiones tuvieron lugar con un breve intervalo de tiempo en dos barrios de esta ciudad de población mixta (turcomana, árabe suní y kurda) y ubicada cerca de la frontera con Siria. Los centros médicos de la zona sufren escasez de medicinas y de material, por lo que se espera que aumente la cifra de víctimas.

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