Montilla garantiza a los empresarios que su objetivo es entrar en la gestión de El Prat esta legislatura

El objetivo de José Montilla es que la Generalitat tenga un papel determinante en la gestión del aeropuerto de El Prat en la presente legislatura catalana, a la que le quedan más de tres años. Ésta es la respuesta que el presidente catalán dio ayer a los organizadores del acto reivindicativo celebrado el pasado 22 en la escuela de negocios IESE en Barcelona y en el que todo el empresariado catalán -representado por más de 860 personas- reclamó una gestión descentralizada del aeropuerto barcelonés.

Montilla recibió en el Palau de la Generalitat al presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Valls; al de la patronal Fomento del Trabajo, Juan Rosell, y al del RACC, Sebastià Salvadó, cinco días después del multitudinario encuentro empresarial de la escuela de negocio IESE, al que ningún político estaba invitado.

Durante la reunión, de más de una hora, los empresarios trasladaron a Montilla que "con independencia del poder político", respaldarán "los esfuerzos del presidente en su posición para ser decisivos en el reparto de la nueva Terminal Sur y en la gestión del aeropuerto El Prat", según las palabras de Miquel Valls.

"Trataremos de que este objetivo se cumpla lo antes posible dentro de este legislatura" catalana, afirmó el presidente de la Cámara de Barcelona a los periodistas tras reunirse con Montilla.

El presidente catalán también hizo referencia a la presente legislatura para asegurar que la Generalitat "tendrá un papel determinante" en la gestión de El Prat y se mostró favorable a la participación de las administraciones locales y el mundo empresarial, en un comunicado posterior a la reunión.

"El presidente quiere un cambio de gestión para favorecer las potencialidades de El Prat", apuntó el comunicado, y agregó que el reparto de la nueva Terminal Sur, por la que pugnan las principales aerolíneas, "se tomará en función de la solvencia de las propuestas presentadas por las compañías o alianzas de compañías" bajo el criterio que permita conseguir "un número óptimo de vuelos intercontinentales".

En este sentido, Miquel Valls coincidió con el presidente de AENA, Manuel Azuaga, en que la apertura de rutas intercontinentales desde el aeropuerto de Barcelona depende del mercado y de la decisión de las compañía aéreas, pero agregó que "una buena promoción y negociación comercial ayuda a traer vuelos".

Respecto al posible recelo que esta movilización empresarial del pasado jueves hubiese podido causar en el Gobierno catalán, Valls se mostró tajante: "El presidente nos ha felicitado por el acto, por el impulso y la fuerza que la sociedad civil (refiriéndose a los empresarios) supone para el desarrollo de esta infraestructura tan importante".

Valls, en nombre del empresariado, pidió a los políticos que tomen nota del tono de su iniciativa: "Pedimos a los partidos que actúen con sentido de Estado en el tema de infraestructuras y dejen a un lado los partidismos, de la misma forma que los empresarios mostraron su consenso".