Los nuevos hospitales reducirán a la mitad la actividad del Gregorio Marañón

Un Gregorio Marañón sin las urgencias saturadas ni listas de espera, pero con gran cantidad de recursos públicos desaprovechados al funcionar al 55% de su capacidad. Según un estudio de la Consejería de Sanidad, eso ocurrirá en 2008, cuando los siete nuevos hospitales -de gestión mixta pública y privada- estén a pleno rendimiento. Entonces los centros públicos tendrán un "excedente de recursos" de 1.000 camas, 369 consultas externas y 30 quirófanos, a tenor del citado documento. Los nuevos hospitales tendrán tal impacto que cinco de los actuales -Gregorio Marañón, Santa Cristina, Cruz Roja, Carlos III y Virgen de la Torre- verán "en riesgo su viabilidad" en "su actual configuración".

La Consejería de Sanidad encargó a principios de legislatura, tras la victoria electoral de la presidenta Esperanza Aguirre, un detallado estudio para calcular el impacto que tendría en la actual red pública la promesa de construir siete nuevos hospitales con un coste superior a los 2.300 millones y levantar un nuevo Puerta de Hierro. Se trataba de ver la repercusión de los nuevos centros, que funcionarán a pleno rendimiento el año que viene, en las intervenciones quirúrgicas, los ingresos y las consultas externas de los ya existentes.

El análisis estimó en 2004 que la población de la Comunidad de Madrid ascendería ahora a 6,1 millones de personas -la cifra real es de 6,2- y concluyó que cinco hospitales reducirán su actividad entre un 45% y un 93% a partir de 2008. Se trata del Gregorio Marañón, Santa Cristina, Cruz Roja, Carlos III y Virgen de la Torre. Además, otros cuatro, La Paz, la Princesa, Getafe y Niño Jesús, sufrirán un descenso del 10% al 45%. Como contraste, el estudio concluye que otro de los grandes centros de la región, el 12 de Octubre, seguirá saturado. Los demás hospitales públicos no se verán afectados.

El más afectado por las nuevas infraestructuras sanitarias será el Gregorio Marañón, uno de los grandes hospitales de España -de él también dependen la maternidad de O'Donnell, el hospital de Cantoblanco y otros centros especializados-, con 1.900 camas en total, unos 10.000 trabajadores y 420 millones anuales de presupuesto. En su área sanitaria se abrirán dos hospitales -Vallecas y Arganda- que le robarán el 59% de sus más de 700.000 pacientes. Esto reducirá sus ingresos hospitalarios en un 45%, el mismo porcentaje que las intervenciones quirúrgicas. Las consultas con médicos especialistas (o consultas externas) bajarán un 52%, según el estudio.

El trabajo destaca que la reducción inicial será incluso superior, pero que el hospital podrá mitigarla en parte porque ya no tendrá que seguir enviando enfermos a otros hospitales -públicos de apoyo o clínicas privadas concertadas-. Pese a ello, las cifras serán "insuficientes para mantener la viabilidad del Gregorio Marañón en su actual configuración" y el hospital dejará de necesitar -el trabajo habla de "excedente de recursos"- 76 locales de consultas externas, 10 de sus 37 quirófanos y 549 camas. Un portavoz de Sanidad declinó ayer informar de cuáles son los planes de la consejería para estos recursos.

Aunque por su gran tamaño, el Gregorio Marañón es el centro más afectado en términos absolutos, el Virgen de la Torre -hospital de apoyo con 121 camas- lo es en términos relativos: sus ingresos bajarán un 93%, las consultas externas un 64% y las intervenciones quirúrgicas un 56%. Tres hospitales de apoyo más -Cruz Roja, Carlos III y Santa Cristina- verán también reducida su actividad en porcentajes del 50% o más (véase cuadro adjunto).

Otros tres hospitales de referencia también perderán actividad. El mayor es el hospital de La Paz -1.300 camas y 416 millones de presupuesto-, cuyos ingresos hospitalarios descenderán un 18%. Sus intervenciones quirúrgicas lo harán en un 23%, y sus consultas externas, en un 20%. El descenso de actividad en La Paz se debe a la próxima apertura del hospital del Norte, en San Sebastián de los Reyes.

En la Princesa, por la inauguración del hospital del Henares, en Coslada, se reducirá la actividad quirúrgica en un 10%. Sus consultas bajarán un 24%, y sus ingresos, un 12%. Las cifras del hospital de Getafe descenderán por la apertura del hospital de Parla un 23% en ingresos, un 27% en consultas y se mantendrán en intervenciones, ya que podrá dejar de remitir a enfermos a otros hospitales.