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Quintana: "El urbanismo no debe ser un arma de destrucción masiva"

El líder del BNG anima a lograr alcaldías "para tener más nación"

El portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, lanzó ayer la campaña nacionalista para las elecciones municipales con la defensa de un urbanismo "al servicio de los ciudadanos". "El urbanismo no tiene por qué ser un arma de destrucción masiva", advirtió ante los 600 simpatizantes que asistieron a la convención electoral. Y marcó distancias con sus adversarios en las urnas: "La diferencia será que unos hablaremos de urbanismo con las manos limpias, mientras otros tendrán que hacerlo en presencia de su abogado".

No fue el urbanismo el único asunto que empleó Anxo Quintana para distanciarse de sus contrincantes en los comicios de mayo. Lo hizo también a cuenta del voto emigrante, que le sirvió para asegurar que, "a diferencia de otros", el BNG hace lo mismo cuando es gobierno que cuando es oposición. "Nosotros no somos de los que hablan mal del voto emigrante sólo cuando pensamos que no vamos a sacar provecho de él", acusó, para reprochar al resto de partidos que traten a los votantes en el extranjero como "mercancía electoral".

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Quintana tomó la palabra después de que intervinieran los candidatos nacionalistas a las alcaldías de Santiago, Cangas, Pontevedra y Pobra do Caramiñal; la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, y el senador Francisco Jorquera. Lo hizo con el fracasado estatuto de Galicia como primer argumento, para reivindicar el papel desempeñado por el Bloque "en la forma y en el fondo". En la forma, por la "flexibilidad" de sus planteamientos, y en el fondo, por haber reivindicado "un estatuto de nación". Del otro lado, el PP intentó "marginar al BNG en la puñeta política", para atribuirle "incapacidad de llegar a acuerdos con nadie". "Dimos una lección de compromiso con el país y de inteligencia", se jactó.

Actividad de las consellerías

La campaña del BNG, anunció su portavoz nacional, tendrá como objetivos "el país y los ayuntamientos", ya que, "cuantos más alcaldes y concejales nacionalistas haya, más nación tendremos". En esa línea, repasó una por una la actividad desarrollada por las cuatro consellerías regidas por los nacionalistas y por la Vicepresidencia da Igualdade e do Benestar. De esta última, que él dirige, se centró en las galescolas, que le sirvieron para contraatacar al PP por sus críticas a su "identidad gallega". "¿Pero qué bandera iban a tener, la de Murcia?", bromeó. Las galescolas son, agregó, "un instrumento de igualdad", porque "allí donde haya un niño de cero a tres años, estaremos liberando a una mujer para que pueda hacer su vida fuera del hogar familiar".

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De la Consellería de Industria, Anxo Quintana alabó su "puesta en común de cajas de ahorro y empresarios" para buscar una alternativa a la construcción naval militar en Navantia-Fene, así como la modificación de la producción eólica "para que Galicia saque beneficio de sus recursos naturales". La ley del banco de tierras, de Medio Rural, le pareció "una auténtica revolución en el campo gallego". De Cultura destacó que es un "eslabón fundamental de la construcción nacional", y de Vivenda, su aportación de soluciones a los problemas residenciales de los gallegos.

El líder de los nacionalistas aseguró confiar en "el poder de los ayuntamientos" como motor del desarrollo de Galicia, y destacó que el objetivo del Bloque será acabar con la "segregación racial" que, en su opinión, imponen algunos alcaldes. "Nosotros dialogamos con la gente y no creamos divisiones entre buenos y malos, que acaban en segregaciones raciales y vecinales", manifestó Quintana.

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