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El mediador de la ONU propone una "independencia supervisada" para Kosovo

Rusia advierte de que no permitirá que Serbia sea castigada en el Consejo de Seguridad

"La independencia bajo supervisión internacional es la única opción viable" para Kosovo, según Martti Ahtisaari, el mediador de Naciones Unidas encargado de buscar una salida al conflicto. Es la primera vez que Ahtisaari escribe la palabra "independencia", implícita en sus anteriores proyectos de solución, en su informe, precisamente en el que el lunes elevará al Consejo de Seguridad. Moscú, haciéndose eco del rechazo serbio a la independencia del territorio, ha anunciado que no permitirá que se imponga a los serbios algo que no desean.

En Bruselas, el comisario de la Ampliación, Ollie Rhen, ha alertado sobre la amenaza del caos si fracasa el plan de Ahtisaari. El alto representante de la política exterior de la UE, Javier Solana, en cambio, cree que Kosovo no volverá a ser fuente de conflicto. Ahtisaari había evitado hasta ahora emplear la palabra tabú, y no lo hizo ni en público ni en privado en la última ronda de negociaciones de Viena, concluida el pasado día 10 con los líderes serbios y albanokosovares. Era lo único que le faltaba a su plan, que describía todo lo que supone de hecho ese estatus, pero escamoteando la palabra "independencia". Nadie se llevaba a engaño, y tanto para los delegados de Belgrado como de Pristina no había duda de que se estaba tratando de la independencia para Kosovo.

Tras aquellas conversaciones en que unos y otros defendieron posiciones diametralmente opuestas sobre el territorio, Ahtisaari establece ahora que como "la reintegración en Serbia no es una opción viable" y como "el mantenimiento de la administración internacional no es sostenible", resulta que "la independencia bajo supervisión internacional es la única opción viable", según revela el diario Le Monde, que ha visto el documento final.

La tutela internacional ya estaba descrita en el proyecto sobre el que fue imposible poner de acuerdo a serbios y albanokosovares. Los detalles del plan indican que esa vigilancia será ejercida por un Representante Civil Internacional, que lo será también de la Unión Europea, encargado de velar por el estricto cumplimiento de la letra y el espíritu del acuerdo. Éste, entre otros aspectos, se compromete a fondo con las garantías sobre personas y patrimonio histórico y cultural de la minoría serbia del territorio. La OTAN seguirá presente, con unos 16.500 soldados, como elemento de último recurso.

Pleno apoyo de Francia

Francia, uno de los países con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, reiteró ayer su pleno apoyo al plan de Ahtisaari porque "representa una oportunidad única de asegurar la estabilidad de Kosovo y la región", según el ministro de Relaciones Exteriores francés, Philippe Douste-Blazy, de visita en Pristina. Moscú, también con derecho a veto, ha hecho saber que "si se intenta imponer a los serbios algo que sea inaceptable para ello, también será inaceptable para nosotros", según anunció el miércoles ante la Duma estatal el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.

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El apoyo ruso al plan o, como mínimo, su abstención es imprescindible para que salga adelante en el Consejo de Seguridad. Fuentes europeas aventuran que Moscú va a plantear resistencia, lo que abriría puerta al veto de Pekín, que siempre se ha manifestado contra la creación de Estados por la fuerza o la imposición de fronteras, como ya hizo saber en el momento de la creación de Bangladesh en 1971. "Hay que ver cómo se consigue un acuerdo y qué precio hay que pagar, pero está claro que es un problema europeo", apuntaban las fuentes consultadas.

"La propuesta es un compromiso realista que establece un cuadro para el futuro de un Kosovo estable, democrático y multiétnico", manifestó el miércoles ante el Parlamento Europeo el comisario Rehn, quien aseguró que de no haber acuerdo en el Consejo de Seguridad, habrá "caos e inestabilidad en los Balcanes, como en la década de los noventa".

Solana no era ayer tan alarmista. "Kosovo no va a volver a ser fuente de conflicto como lo fue antes", opina. "En la región hay un sólo ejército, el serbio. Confío en la responsabilidad de todos". El presidente serbio, Boris Tadic, ya dijo en Viena que no iría a la guerra por Kosovo.

Vendedores de leche, en el mercado de Mitrovica sur, en Kosovo.
Vendedores de leche, en el mercado de Mitrovica sur, en Kosovo.ULY MARTÍN

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