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Reportaje:

Eolo pierde otra plaza

Una fuente del dios de los vientos se descarta dos veces para instalarla en sendas glorietas

Y van dos. Ni una rotonda en Vicálvaro ni la glorieta de Cuatro Caminos acogerán a la fuente de Eolo, el dios de los vientos. Con sus cincuenta toneladas de piedra tallada, aguarda una tercera oportunidad. Ahora continúa varada en el almacén municipal de Casillas, en la Casa de Campo, según confirma la Concejalía de las Artes, aunque la custodia de su destino no es competencia suya.

La causa invocada desde el Ayuntamiento para sendos descartes es el empaque de la fuente. Eolo, su figura central, tiene siete metros de altura y hasta 25 mide el diámetro de su gran tazón, circundado por cuatro piletas con estatuas dedicadas a Bóreas, Noto, Euro y Zéfiro, los vientos que soplan del Septentrión, Meridión, Levante y Poniente.

El suelo de la rotonda de la avenida de la Democracia, prevista para alojarla, no sirve

El escultor Manuel Ludeña y su equipo dieron vida al vigoroso cuerpo de Eolo, en tenso escorzo, que sujeta en sus manos el pellejo de res que almacena a sus vientos mensajeros. Emplearon ocho años de laborioso quehacer: la fontana consta de 674 piezas, sillares de un peso medio en piedra de 75 kilos cada uno, además de un centenar de piezas más livianas de mármol y blancura veteada en gris.

Todo ello le impidió coronar el túnel que perforó el subsuelo de la glorieta de Cuatro Caminos, desprovista de su paso elevado tras dos años de obras y horadada luego para ser atravesada por un subterráneo que, se asegura, no hubiera resistido encima el peso de la fuente.

Para dar salida a la fontana, se le exigía al menos 200 metros de diámetro a la futura plaza que la albergara. Un chispazo de ilusión hizo pensar que podría jalonar una rotonda del barrio madrileño de Vicálvaro. La glorieta que presidiría era la que se halla entre la avenida de la Democracia y la calle de José Prat. En Vicálvaro despertó expectativas e ilusiones, en un distrito donde los desdenes o desmanes urbanísticos han oscurecido la historia de uno de los antiguos municipios más singulares de la Comunidad de Madrid, al decir de dirigentes vecinales.

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Pero no. La fuente de Eolo no podrá ir a Vicálvaro. Así fue el anuncio recibido en el Consejo Territorial del que forman parte Valentín González Gálvez, presidente de la asociación Vicus Albus, dedicada a la historia de Vicálvaro. "Un alto cargo de la Gerencia de Urbanismo nos dijo que la instalación en la rotonda de la fuente hubiera exigido un proceso muy complejo de asentamiento sobre micropilotes y que su cuantía convertiría el proyecto en una obra imposible, ya que el suelo sobre el que se instalaría, el de la rotonda, es de naturaleza echadiza, formado por residuos de construcción", explica González.

Su futuro destino deberá esperar a las elecciones, dice una fuente de la Gerencia de Urbanismo, "mientras se recomponga con el nuevo formato la Comisión de Estética Urbana que hasta ahora entendía de estos casos", añade. Mientras tanto, el dios Eolo, airado, parece haberse tomado la revancha días atrás soltando sus tempestades sobre Madrid y abatiendo árboles que, en estruendosas caídas, dieron a conocer la magnitud de su disgusto.

Fuente de Eolo, en el almacén municipal de Casillas, en la Casa de Campo.
Fuente de Eolo, en el almacén municipal de Casillas, en la Casa de Campo.GORKA LEJARCEGI

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