La ex alcaldesa de Marbella declara que no calculó que reformar su casa costaría un millón
La ex alcaldesa de Marbella Marisol Yagüe mantuvo ayer en el juicio por el impago de casi un millón de euros por las obras realizadas en su chalé que esas reformas "no valen" ese dinero. Yagüe, también imputada por el caso Malaya, dijo que quería una "obra pequeña" pero que "se dejó llevar" por el constructor que ahora le reclama el dinero, Alberto Piñana, creyendo que era su amigo.
En su comparecencia, Yagüe reconoció que no preguntó "en ningún momento" el precio de los materiales y que había escogido tres jacuzzi con precios de hasta 6.000 euros la unidad y una columna de hidromasaje de 3.000 euros. "Pequé de confiada", dijo. "Y no vi la factura hasta que Piñana salió en las televisiones", añadió. Aún así, mantuvo que ya se temía que el montante iba a ser alto y comentó con el constructor que tendría que pedir una hipoteca sobre la vivienda o vender otra casa que posee en Nueva Andalucía, valorada en 480.000 euros. Un informe pericial de la defensa cifra en 500.000 euros la reforma, mientras que el constructor reclama a Yagüe 949.926 euros más los intereses.
No había proyecto, ni presupuesto y tampoco provisión de fondos. Los "arreglos" que un día Marisol Yagüe decidió acometer en el chalé La Madrugada, situado en la urbanización Xarblanca, fueron encargados a la empresa Construcciones Copasur SL porque, según declaró ayer, creía que su propietario era "su amigo".
"Echar un tabique"
La ex alcaldesa declaró ante la juez de Primera Instancia del número 5 de Marbella que sólo quería "echar un tabique y arreglar un baño", pero que, cuando se vino a dar cuenta la casa estaba desmantelada y no tuvo más opción que "tirar para adelante".
Yagüe declaró durante unas dos horas en la primera vista de este proceso civil y pidió que la dejaran marchar antes porque se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico. La juez dijo que la veía bien y le instó que se quedara a escuchar a la decena de proveedores citados como testigos. Dos de ellos aseguraron que la antigua alcaldesa decidía sobre las obras de su casa. José Luis Merino, encargado de vestir los armarios, dijo que le dio instrucciones varias veces y le hizo cambiar su trabajo porque no le gustaba. El fontanero José Manuel Rosa mantuvo que se hacían modificaciones de forma diaria, "casi siempre por motivos estéticos". El empresario, que no declaró, fue expulsado de la sala por la juez antes de que terminara la vista por sus comentarios sobre la ex regidora.
Por otra parte, la comisión gestora de Marbella anunció ayer la suspensión de empleo y sueldo del ex jefe de la Policía Local de Marbella, Rafael del Pozo, imputado en el caso Malaya, que le ha abierto un expediente disciplinario para preservar la imagen del cuerpo en la ciudad, informa Efe.
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