La casa por el tejado
Como el Guadiana, el Museo Balenciaga de Getaria ha tenido un discurrir complejo, surcado de episodios que le hacían ser noticia impactante o desaparecer del mapa. La parlamentaria y concejal de Getaria, Aintzane Ezenarro, recuerda que el proyecto se inició en 1998, con inversiones institucionales fruto del acuerdo de Gobierno PNV-PP, pero en base a una idea, sin un proyecto museístico. "Esa es la primera irregularidad, se comenzó la casa por el tejado", asegura.
La dimensión del nuevo edificio fue el siguiente paso sobre el que Aralar puso el catalejo. "El ayuntamiento empezó las obras sin que se hubiera presentado un proyecto básico", relata Ezenarro. "Como lo firmaba Arguilagos, que no tiene homologado el título aquí no se podía visar". La ampliación del edificio, inicialmente mucho más reducido, a 1.700 metros cuadrados por planta, fue otra denuncia que solventó el ayuntamiento modificando las normas subsidiarias.
En definitiva, de un presupuesto de seis millones se ha pasado a 18, por ahora. En cuando a la construcción, está plena de irregularidades, según Ezenarro, que ha denunciado que la empresa Hemen Art, de Arguilagos, contrató con la Fundación Balenciaga la entregar el proyecto básico y el de ejecución a cambio del 7% del total del presupuesto, así como un 15% de los trabajos de interiorismo, pero estos proyectos no han sido realizados por Hemen Art, sino por la ingeniería Cinsa-Eptinsa y el de interiorismo ni siquiera existe. Segun Ezenarro, Arguilagos y Hemen Art han facturado dos millones de euros "de los que 500.000 no responden con ningún trabajo".
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